Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

- Good afternoon my friend, ¿aquí es Impuestos? Soy el representante de Netflix y he leído que quieren sacar un impuesto para los Servicios Digitales, así que, he venido desde Gringolandia al Plurinational State para obtener mi NIT y cumplir tan magnánimo deber.

- Claro que sí señor, lo estábamos esperando. Le explico los pormenores. Le cuento que aquí vivimos en riqueza y derroche. Cobramos impuestos a los millonarios que abundan en el país. Además, seguramente usted llegó por algún aeropuerto internacional como El Alto o Viru Viru (Chimoré es solo para productos VIP), y debió ver cuán eficiente es el sistema de Aduana que protege a las empresas nacionales, evitando que se importen ilegalmente otros productos. Cuidadito con no declarar lo que trae. Si realmente quiere hacer negocios, mejor ingrese por Pisiga.

Aquí vivimos la premisa del Vivir Bien. 10.3 millones de conexiones a internet para un país de más de 11 millones de habitantes. Por eso le vimos el business al tema digital. Sigue de moda Betty La Fea, así que paguen por divertirse ¿no ve?. Algunos disidentes nos recuerdan que Bolivia está en el puesto 116 en el ranking de Ookla de velocidad de internet en el mundo, pero qué saben pues, Satélite Tupac Katari tenemos.

De hecho, vivimos en tanta abundancia que le cobraremos impuestos a los chicos que toman cursos en Platzi y Doméstika, les cobraremos impuestos a los docentes que pagan Zoom para dar clases, a las universidades y colegios que compran licencias de software como Google Suite para sus estudiantes. Le cobraremos impuestos a esos negocios pequeños que ponen anuncios en Facebook, a esos especialmente les caeremos. De hecho, nos damos el lujo de ignorar la economía digital global. Ninguna empresa digital tiene oficinas en Bolivia. Tampoco permitimos criptomonedas y menos aceptamos pagos desde el extranjero vía digital como PayPal. Cómo pues, no necesitamos esas cosas, estamos rebien así. Para qué exportar nuestros servicios de software, ni hablar de abrir la economía del país a una mirada global y que nos puedan contratar como un hub de servicios, esas cosas son de países pobres. Aquí estamos felices con nuestro gas y nuestra soya. Quemamos de cuando en cuando la Chiquitania para ampliar la frontera agrícola y por ahí algún parque protegido para dar tierras a nuestras bases, pero es un detalle al margen. 

Además, como tenemos gasolina subvencionada, podemos importar todo tipo de autos (siniestrados y chutos son nuestra especialidad). Además, vivimos chochos con nuestro IDH que mantiene miles de funcionarios, docentes y estudiantes cada año, aunque se gradúen solo unos pocos, pero así nomás es: riqueza y abundancia para todos. Tenemos tanto que ya nadie quiere trabajar, todos quieren emprender en algún negocio como importar ropa usada, traer containers de China o vender hamburguesas en la calle. Una belleza de país.

De hecho, somos tan ricos recaudando impuestos que hemos dejado de cobrar a muchos negocios. La gente negativa le dice “contrabando” pero nosotros le decimos “emprendimiento”. El problema es que queremos que la gente vea que estamos trabajando, por eso se nos ocurrió cobrar un pequeño impuestito a los servicios digitales para recaudar unos pesitos, así nadie se fijará que estamos en el puesto 150 de 190 países del ranking Doing Business 2020 que mide la facilidad y ventajas que ofrece un país para hacer negocios. Pero eso, no se lo cuente a nadie por favor.

Así que welcome to Bolivia, aquí tiene su ticket señor, es el número 567, no se olvide de su fotocopia de carnet, folder amarillo y su sellito de empresa para empadronarse. Ahisito es la fila

- Thank you and guatafac.

PUNTO BO

MARCELO DURÁN V.

Docente y Consultor en Tecnología de la Información en la Agencia Bithumano

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