Este 2020 marca la muerte del siglo XX como tal. Si bien ya han pasado dos décadas en el XXI, un virus logró cambiar el paradigma de golpe. Cito algunos ejemplos: los periódicos han dejado de circular en formato papel. No muere el periodismo, pero ahora debe reinventarse en nuevas plataformas. Por lo mismo, la publicidad en papel también desaparece y se enfrenta al desafío de anunciar en formatos digitales. Quién iba a pensar que los bancos podrían diferir los pagos de créditos hasta junio. 

Parece que al final, las reglas no están hechas para cumplirse, sino para adaptarse a los escenarios. ¿Cómo será la banca en los próximos meses? ¿Lograrán flexibilizarse y adaptarse a este nuevo contexto? Lo propio con el Estado. Pienso dónde estarán todas las cientas de fotocopia de carnet de CI que entregué para trámites varios. Resulta que ahora, ese CI me asigna un día para salir. No había sido tan difícil dejar el pensamiento análogo del papel, ¿verdad?

Lo propio con las universidades. De hecho, el comunicado de la UMSS donde deja de lado su plataforma virtual es un ejemplo de quiénes van a sobrevivir a este golpe digital y quiénes se quedarán en el pasado. Por lo mismo, me sorprenden algunas quejas de estudiantes con el modo de implementar las clases virtuales. Aquí el desafío inminente. Lo digital no es una plataforma, sino una actitud permanente de aprendizaje. Seas docente o alumno.

Pero vamos. “Crisis” no es una palabra negativa. Viene del griego “krisis” que significa, decisión, acción de separar. Así de simple. No volveremos a la normalidad, porque la normalidad era el problema. Esta crisis está despertando el espíritu emprendedor colaborativo: Quantum está diseñando un prototipo de respirador. La startup ViewFactor desarrolla un software que detecta la fiebre para prevenir el Covid-19. Y así, estudiantes, profesionales, curiosos varios que están hackeando al sistema desde adentro. Esta crisis también trajo una avalancha de conciertos gratuitos. Gracias Pato Peters por eso. Gracias Grillo por la magia. La cultura merece un mejor lugar.

Otro mundo es posible. Otro siglo está naciendo de las cenizas de un sistema obsoleto. Un colega, JJ Ruescas publicó algo muy cierto en Linkedin y lo comparto como conclusión. En vez de colocar sus títulos y un abultado CV, escribió solo tres líneas:

- Lifelong learner (aprendiz de por vida).

- Curiosity-driven human. (Humano movida por la curiosidad)

- Continuous Improvement Advocate. (Defensor de la mejora contínua).

Esto es lo que les deseo al final de la cuarentena. Que se convierten en esto. Bienvenidos a un nuevo siglo.