Hace 21 años, la Organización Internacional del Trabajo introdujo el concepto de trabajo decente fijando como metas: inclusión social, erradicación de la pobreza, fortalecimiento de la democracia, desarrollo integral y realización personal.

El teletrabajo, por su parte, ha sido definido como la democratización de las tecnologías de la información y la comunicación del ámbito laboral al ámbito doméstico.

La actual pandemia obligó a gobiernos y empresas a repensar las formas de trabajo y generar alternativas de adecuación. Siendo el teletrabajo la alternativa para mantener el funcionamiento de empresas e instituciones.

La figura del teletrabajo es concordante con normas como la CPE, la Ley General del trabajo, la Ley No. 2027 del Estatuto del funcionario público, la Ley No. 164 de Telecomunicaciones y TIC´s, entre otras.

Luego de varias propuestas sobre teletrabajo, el 14 de abril pasado se promulgó el Decreto Supremo No. 4218, cuyo objeto es regular el teletrabajo como una modalidad especial de prestación de servicios en los sectores público y privado.

El DS No. 4218, punto de partida interesante, define las obligaciones del teletrabajador y del empleador. Sin embargo, su contenido es escueto, dejando aspectos pendientes sobre políticas de fomento y otros incentivos estatales, también omite obligaciones de empleadores reconocidas en las más actualizadas legislaciones de países vecinos.

El teletrabajo es una oportunidad para ahorrar, reducir el ausentismo laboral, aporta a la productividad y mejora la calidad de vida. Y ante el contexto de la pandemia genera estabilidad laboral.

El teletrabajo efectivo requiere: 1) Respaldo eficaz de empleadores, sin imponer excesiva carga laboral. 2) Brindar herramientas y capacitación suficiente. 3) Definir las expectativas de lo que se espera de los trabajadores. 4) Flexibilizar la dinámica laboral para un teletrabajo eficaz. 5) Confianza entre empleador y trabajador. Sin confianza el teletrabajo no será eficaz.

En tiempos del COVID-19 se exigen cambios radicales y desafortunadamente sin tiempo de preparación. El teletrabajo no planificado no funciona, ante la pregunta: ¿el teletrabajo será la solución? No, pero las empresas que lo adopten pasarán menos apuros y brindarán trabajo decente.