Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Ser boliviano

Ser boliviano

Existen muchas razones por las que uno debe sentase orgulloso de se boliviano. Unos hablan del salar, de la comida, del caporal o de cuando fuimos al mundial. Pero en este momento quiero compartir, que especialmente me he sentido orgulloso de la capacidad de resiliencia que han demostrado las empresas y los trabajadores bolivianos en estos últimos tres años pandémicos.

El trabajo virtual sonaba a un privilegio, pero para muchos ha sido un reto bastante duro de sortear. Generalmente se tenía definido el lugar y los tiempos con las responsabilidades. El juntar el trabajo con el hogar en un mismo espacio físico, hacía que los tiempos para la responsabilidad laboral y doméstica queden superpuestos generando un caos difícil de manejar. A pesar de esto, los trabajadores bolivianos han podido seguir produciendo y apoyando así al desarrollo del país.

En el caso de los micro y pequeños empresarios, han generado rápidamente un cambio en sus modelos de negocios, muchas veces con mucho riesgo, pero que han permitido la subsistencia de sus modelos de negocios. Rápidamente, la que vendía limones se ha puesto a vender barbijos, el que hacía ropa ha comenzado a producir trajes de bioseguridad, e inclusive muchos han tenido que optar por hacer delivery. Esto muestra la característica de los bolivianos, que somos personas emprendedoras que crean su destino demostrando un gran nivel de resiliencia.

Esta característica también se ha visto reflejada en el ecosistema de emprendimiento e innovación boliviano. Como nunca antes, en este tiempo de pandemia, ha nacido una gran cantidad de startup tecnológicas y de impacto. Muchos de estos están vendiendo en otros países, o han levantado rondas de inversión que han demostrado esa capacidad de generar conocimiento en tiempo de incertidumbre.

Por otro lado, las empresas medianas y grandes, en su gran mayoría, han buscado la manera de preservar el empleo. Presionadas por las condiciones macroeconómicas  adversas,  han tomado la decisión de preservar el mercado antes que la rentabilidad.

Es por eso que en un mundo donde ya no se puede planificar a cinco años ni a dos y ni siquiera a seis meses, la gestión en tiempos de incertidumbre se ha puesto de moda en los países desarrollados. Justo el partido donde los bolivianos hemos demostrado que sabemos jugar a gran nivel, haciéndome sentir, una vez más, orgulloso de ser boliviano.

#ACTUARENVEZDEHABLAR

Manuel Laredo Garnica

Emprendedor Social en Economía Circular

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