En 2016, veía que mi empresa Mamut estaba estancada y tuve la oportunidad de reunirme con Samuel Lewis, exvicepresidente de Panamá y exitoso empresario latinoamericano. Me hizo entender que no había una receta mágica y que debía buscar mi propio camino.

Ese año, mi profesor en el programa GCL —en la escuela de negocios de la Universidad de Georgetown— Ricardo Terán, era el fundador de una Aceleradora de Negocios de Impacto llamada Agora Partnership, con sede en Washington DC. Una aceleradora es una plataforma que ayuda a una empresa a encontrar el camino para escalar.

Postulamos y fuimos aceptados en la generación 2017-2018. La primera fase  consistió en un taller de desarrollo de visión y habilidades en México. La segunda, en un diagnóstico, mejoramiento del modelo de negocio y plan de acción operativos y financiero. Este proyecto fue liderado por mi hermano Antonio Laredo y apoyado por nuestro consultor y ahora amigo Andrés Baher. El resultado, un Plan de Escalamiento a cinco años plazo que nos permitió ser acreedores de un “Investment Readiness Stamp”  para que podamos acceder a capitales de inversión extranjeros.

Juntos con Agora Partnership tuvimos la oportunidad de participar en el Social Capital Conference - SOCAP en San Francisco, pero no llegamos a levantar capital internacional.  En estos tres años hemos cumplido a cabalidad los objetivos trazados en la consultoría, logrando que nuestras ventas se multipliquen por 10, vendiendo en tres países, acceso a capitales nacionales (Banco Mercantil Santa Cruz). Esto nos muestra que los bolivianos también podemos escalar y que existe un camino más allá de nuestras narices. Nos permitió ver que los más importante para acelerar una empresa es soñar.

En ese tiempo no existían aceleradoras en Bolivia, pero ahora veo con satisfacción cómo mis amigos de Panal Fresh y Tu Gerente.com están trabajando con la Aceleradora de negocios Pista 8 en Santa Cruz. La anterior semana concluimos un nuevo proceso de aceleración en el Latin American Center for Entrepreneurs de la reconocida Escuela de Negocios de INCAE en Costa Rica. Ahí fuimos galardonados con un premio como una de las tres empresas con mayor proyección internacional. 

Es hora de comenzar  un nuevo camino, buscando que una mediana empresa boliviana se expanda a nivel internacional. 

“A soñar de nuevo” se dijo.