Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:52

El lugar del lenguaje

El lugar del lenguaje

Pensar la comunicación en las reglas y formas contemporáneas demanda la consideración del lugar desde el cual decimos las cosas. Hoy en día es muy difícil entendernos, sin considerar antes desde qué rol estamos hablando, lo hacemos en calidad de padres, de trabajadores, de ciudadanos, de varones, roles o identidades que hasta hace un par de décadas no suponían diferencias significativas; sin embargo, nuestras prácticas sociales y comunicacionales cada vez hacen más importante esta enunciación.

Como funcionamos en esta aparente fragmentación será tema de otra columna, hoy nos permite abrir el debate de cómo usamos el lenguaje, entendido como el conjunto de recursos que tenemos para compartir ideas, sentimientos, pensamientos, conocimientos, y una larga lista. Usos que son reflejos de los lugares desde los cuales hablamos, y es que hay una forma de hablar a partir del rol en el que nos hallamos, como padres, como trabajadores, como jóvenes, etc. 

En un mundo en el que las formas de comunicarnos se hacen cada día más sofisticadas y nuestros recursos expresivos se amplían en alcance y posibilidades narrativas, parece que nos olvidamos mirar de tiempo en tiempo nuestros repertorios comunicacionales. Nos olvidamos que las posibilidades de jugar con el o los lenguajes permiten tejidos de relaciones inimaginables, para muestra están los divertidos juegos onomatopéyicos que entablamos con los bebés, los cursis lenguajes de los enamorados, los códigos secretos de hermanos, las maravillosas sátiras a la autoridad.  Estos juegos con y del lenguaje son parte importante de nuestra habilidad de diálogo, son las posibilidades de pensar más allá de las reglas y entablar relaciones centradas en la complicidad del entendimiento. En la medida en que somos capaces de establecer vínculos y complicidades en el uso de las palabras, las posibilidades de diálogo se incrementan.  Estas reflexiones pretenden traer a nuestra memoria y, tal vez a nuestra conciencia, la importancia de los lazos comunicacionales que se establecen en una conversación, y no solo en la importancia del uso correcto de las palabras adecuadas en los tiempos y las intensidades precisas. Necesitamos establecer una cierta complicidad con nuestros interlocutores por la posibilidad de compartir significados y sentidos, por la posibilidad de construir el entendimiento. 

CONSTRUIR COMUNIDAD

LUIS CAMILO KUNSTEK S.

Director de Carrera Comunicación Social UCB 

[email protected]

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