Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

Temores justificados y desafíos

Temores justificados y desafíos
Los resultados de la última encuesta de la Fundación Jubileo, además de señalar los posibles porcentajes que obtendrían cada una de las candidaturas,  presentan datos interesantes  sobre las impresiones de los/as bolivianos/as después de los conflictos sociales que nos tocó vivir; son datos inquietantes porque un alto porcentaje de los/as entrevistados/as  considera que después de las elecciones se reavivarán los conflictos, sobre todo, porque temen que no se respetarán los resultados respaldados por el voto popular, lo que significa, por una parte, que las acciones antidemocráticas  del pasado reciente han dejado huellas muy profundas en el imaginario colectivo que no se atreve a creer que una convivencia política pacífica, respetuosa de las diferencias y  libre de violencia, es posible, aún cuando el sueño colectivo sea vivir en paz con un gobierno fuerte y respetuoso de los DD.HH producto de las elecciones  del 18 de octubre.
Esta sensación de inseguridad tiene que ver con las reiteradas amenazas que abierta o veladamente lanzan los candidatos y dirigentes del MAS y sus organizaciones sociales que se desgañitan anticipando fraude y su resistencia a aceptar los resultados en caso de no ser de ellos el triunfo. Cómo no temer si quedan en la memoria  los gritos de personas armadas corriendo “ahora sí, guerra civil” o las  amenazas de convertir a Bolivia en un Vietnam vertidas por el nefasto exministro Juan Ramón Quintana.
Los datos también reflejan la poca confianza ciudadana en la capacidad de la Policía para brindar seguridad a la vida y la propiedad en tiempos de conflictos, toda vez que, contrariamente a lo que hacía durante el gobierno de Evo Morales reaccionando inmediatamente para reprimir a indígenas, discapacitados, enfermos con cáncer, médicos o cuanta persona se atreva a oponerse a la voluntad del todopoderoso presidente;  con el actual gobierno, su actuar es más tímida y tolerante, tanto que no actuó con contundencia  contra perpetradores de actos terroristas y crímenes de lesa humanidad como privar de oxígeno a pacientes con COVID-19. Posiblemente sea por cautela del Órgano Ejecutivo para  evitar enfrentamientos,  o por temor de la Presidenta al asedio interno y externo con acusaciones de violación de DD.HH. ejercidas por las influyentes redes al servicio del expresidente.
Sin embargo, la población boliviana  sabrá sobreponerse a sus temores y con su voto colocará a cada quién donde le corresponde,  no puede permitirse el craso error del retorno de la corrupción,  el odio, la intolerancia y el abuso de poder de los que nos liberamos a costa de vidas y mucho dolor. Es el desafío.

JULIETA MONTAÑO S.
Abogada y directora de la OJM
julietamontañ[email protected]