Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Momento de gobernar

Momento de gobernar

Desde que los actos y declaraciones del binomio Arce Catacora - Choquehuanca empezaron a ser sometidos a un estricto y riguroso escrutinio del caudillo mayor de su partido, se fue esfumando la poca esperanza que había en que ellos podrían marcar un mínimo de diferencia con su antecesor Evo Morales. Es tal el nivel de sometimiento que tienen ambas autoridades a la voluntad del jefe de su partido que parece que es él el que gobierna, tanto es así que hasta funcionan en automático cuando de repetir eslóganes se trata, puesto que no existe una sola presentación pública o encuentro con la prensa en la que no mencionen a “la golpista”, “gobierno de facto”, “la dictadura” y otras sandeces que buscan convencer a las/os bolivianos y la comunicad internacional el relato del supuesto golpe de Estado que ni ellos mismos creen.

Sin embargo, a estas alturas de la crisis económica, institucional y de la pandemia del COVID-19 ya nadie duda que con ese relato lo que tratan es desviar la atención de sus vergonzosas e indignas decisiones, profundizando aún más la corrupción y el prebendalismo, asegurando el éxito de ese su cometido colocando en cargos de responsabilidad a  gente  que no reúne las mínimas condiciones de formación para el desempeño de sus funciones,  pero que sí tiene sobrada experiencia en docilidad y picardía. Las cosas han llegado al extremo del descaro que hasta los candidatos  del MAS  para la elección de autoridades subnacionales sostienen que es legítimo el asalto a las instituciones por parte de sus bases porque les “toca”. Tal parece que los 11 meses de ausencia de las arcas del Estado les provocó un fatal síndrome de abstinencia y la única manera que ven para recuperarse es la toma de las instituciones públicas, mejor si en ellas se manejan recursos.

Resulta altamente preocupante el desorden y el estado de abandono en el que se encuentra  Bolivia, tal parece que todo va a la deriva porque no existen autoridades para conducir al Estado, tomar decisiones con claridad y firmeza enviando mensajes que den confianza y esperanza a la población atribulada por su inseguridad económica, la posibilidad de contagios y la inminencia de desastres naturales por el irresponsable manejo de ríos y reservas naturales.  No es posible seguir de plañideros con la cantaleta de “golpe de Estado de la Derecha” o dedicados única y exclusivamente a la repartija de pegas intentando satisfacer las ambiciones personales y la necesidad de inmerecida trascendencia de quienes tienen como único mérito su obsecuencia política o el parentesco con caudillos.  Es momento de gobernar en serio y para todos/as.

DE FRENTE

JULIETA MONTAÑO S.

Abogada y directora de la OJM

julietamontañ[email protected]