Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

Y lo volvería a hacer

Y lo volvería a hacer

Con la aparente valentía de la que hace gala el expresidente Evo Morales, al referirse a los cargos que podrían sobrevenir en caso de realizarse una investigación sobre los sucesos en el hotel “Las Américas”, ha confirmado que fue él quien dio la orden de actuar de la manera como lo hizo el grupo de la UTARC y aclara que lo volvería a hacer; así se muestra como una persona segura, sin frenos legales, éticos ni morales en el ejercicio del poder político, aunque bien sabemos en el país que la paranoia que padece le impide actuar en consecuencia con lo que dice, tal como lo hizo el año 2019, que una vez descubierto su fraude electoral, sin poder controlar sus nervios, precipitadamente anunció una serie de medidas para calmar la indignación popular y al ver que ya la gente no creía en sus palabras optó por cobijarse en El Chapare para desde allí contactar con sus amigos y negociar su salida del país.

Hoy con la seguridad que le da la estructura corrupta que montó en el sistema de Justicia que se halla intacta con jueces, fiscales, defensores públicos e investigadores venales, desafía a las víctimas, a los organismos internacionales que, aunque tarde hicieron su trabajo, y a la población toda. Además, presiona al Gobierno de Luis Arce para que separe de sus cargos a los que considera “sus enemigos”, porque en algún momento dejaron deslizar intenciones de investigación contra el todo poderoso dueño del partido.

Aun cuando no se sabe oficialmente cual será la postura del gobierno respecto al informe de la CIDH, es posible que ante tanta presión y movilización delincuencial se niegue a cumplir las recomendaciones, lo que daría pie para que el caso pase a conocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, o lo que es peor aún para el valiente autorreconocido autor de la masacre, quedaría abierta la vía para que las víctimas acudan a la Corte Penal Internacional ante la inacción del Estado para juzgar crímenes de lesa humanidad como son la tortura y la ejecución sumaria, proceso que ya no es contra el Estado, sino directamente contra los autores de los crímenes, sus cómplices y encubridores que dieron por bien hechos los ilegales aislamientos en celdas de tortura o no escucharon las reiteradas denuncias de trato cruel e inhumano a los privados de libertad dentro caso denominado “terrorismo”.

Se pone difícil la situación para el jefazo, así llegará a hacerse nuevamente de la presidencia del Estado.

DE FRENTE

JULIETA MONTAÑO S.

Abogada, feminista, defensora de DDHH

julietamontañ[email protected]

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