Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Salud, última prioridad gubernamental

Salud, última prioridad gubernamental

Para las personas que dirigen Bolivia  desde sus diferentes órganos e instituciones, lo que menos les preocupa es la salud de la población y mucho menos la de la infancia. Ya en los 14 años de gobierno de Evo Morales  cuando el Estado contaba con recursos como nunca antes habían conocido las arcas nacionales, la desatención a la salud fue una constante. Las prioridades estaban centradas en canchas de fútbol cubiertas de césped  plástico en todas las comunidades a las que el Presidente llegaría a demostrar sus habilidades de crack futbolero, o en la construcción de elefantes blancos para satisfacer sus delirios de grandeza.

Para la nueva administración, con Luis Arce a la cabeza, tampoco la salud es un tema que le mueva un ápice de sensibilidad; su mayor empeño y en el que invierte sumas astronómicas del poco dinero que queda en las arcas nacionales es en la persecución judicial contra sus opositores políticos. En efecto, no le importa gastar dinero en la contratación y traslado de una ciudad a otra de abogados que representen al Ministerio de Gobierno u otros como víctimas de delitos que solo tienen cabida en su afiebrada imaginación o, como ha puesto en evidencia la empresa Meta, para la contratación de cientos de los llamados guerreros digitales con la misión de propalar mensajes falsos o agredir a sus contrincantes políticos y para movilizar a gente que supuestamente apoya su gestión y está dispuesta a inmolarse por “el hermano Lucho”.

En días pasados, observamos desgarradoras imágenes de la marcha de más de una centena de niños enfermos con cáncer que recorrió las calles de Cochabamba demandando recursos para sus tratamientos que, sabemos que son tan caros que resulta imposible para una familia de medianos ingresos cubrirlos. Existe falta de insumos, de personal especializado en la atención de enfermos con esa patología, de equipos para realizar estudios con resultados confiables y otras necesidades. Como siempre, la respuesta de las autoridades es que se va asignar presupuesto suficiente para asegurar la atención gratuita y de calidad; pero, se sabe que nada de lo que dicen y prometen se cumple y, tanto niños/as como adultos con cáncer día a día continúan sufriendo el dolor de la enfermedad, agravada por el abandono gubernamental, el cansancio del poco personal encargado de atenderles y la escasez de medicamentos para el tratamiento oportuno o, al menos para paliar sus  dolores. 

No podemos esperar que en la arena de desierto que cubre el corazón de las autoridades brote una verde pradera, lo que corresponde es unirnos a la lucha hasta ser escuchados. 

DE FRENTE

JULIETA MONTAÑO S.

Abogada, feminista, defensora de DDHH

julietamontañ[email protected]