Muchas dudas y mucha vergüenza para el país
Para algunos actores políticos y autoridades bolivianos/as, hacer el ridículo es parte de su identidad y no les causa incomodidad alguna cuando, dependiendo del espacio en el que se encuentran los actores, la gente mueve la cabeza ante las bobadas que dicen, abren los ojos exageradamente en señal de sorpresa, se sonríen con sordina, o sin disimulo alguno se mandan una abierta risotada. Todos los días salen a la palestra ocurrentes actores y actoras como aquella exministra que dijo que durante los conflictos del 2019 fue perseguida en la ciudad de La Paz por aviones caza del Ejército con intención de victimarla; diputados, senadores y ministros y viceministros, que para agradar a los jerarcas de su partido, inventan delitos para perseguir a opositores, o que ensalzan los delitos cometidos por los suyos como el hecho de “cambiar mulas por autos chutos” (robados), o colocar gigantografías con la imagen del presidente con el texto “Bolivia potencia gasífera...” y al poco reconocer que la producción de gas va en baja dificultando el cumplimiento de los contratos firmados con nuestros vecinos.
Como si todo eso no fuera suficiente, en representación de Bolivia se hicieron presentes en Viena, en el 66mo periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, a objeto de solicitar que la OMS saque de la lista de estupefacientes a la coca, porque, según ellos, la coca es consumida por todos los bolivianos y que es parte del vivir en Bolivia. La idea de nuestros representantes ante ese importante evento es que todos los allí presentes son ignorantes, no conocen los estudios realizados por múltiples organismos internacionales, entre ellos el UNODC, mismos que certifican que en Bolivia se producen más de 33.000 toneladas de hojas de coca, de las cuales 8.000 son las que cubren el consumo interno y todo lo demás, especialmente la producción del Chapare, va a las fábricas de cocaína extendidas en todo el trópico de Cochabamba y muchas otras comunidades rurales. Ante este vergonzoso espectáculo, nos queda la duda de ¿cuáles son las razones para que en un momento de crisis en el que el país necesita del apoyo de todos los países, se manden semejante exabrupto?, ¿será la condición impuesta por los que sustentaron al jefazo en el poder durante 14 años para dejar gobernar al Sr. Arce Catacora?
Quedan muchas dudas y muchísima vergüenza para el país.
DE FRENTE
JULIETA MONTAÑO S.
Abogada, feminista, defensora de DDHH
julietamontañ[email protected]