Momento de construir sin mezquindades
Los sucesos ocurridos en las últimas semanas ha mostrado al mundo que Bolivia es el lugar de Sudamérica donde con mayor facilidad se pueden cometer los delitos más aberrantes como el terrorismo, el genocidio y otros, usando como escudo una sigla partidaria legalmente registrada en el organismo electoral; un lugar donde lo más fácil es manipular los bajos y perversos sentimientos que muchos seres humanos los tienen guardados en lo más íntimo de su ser, producto de traumas o complejos que marcan su existencia.
Con inmenso dolor y decepción de ser parte de la especie humana, constatamos que cuando de destruir al que se considera enemigo/a, cualquier método y justificativo, por muy absurdo que sea, son válidos. Pero también decepciona que organizaciones políticas y personas que dicen no estar de acuerdo con los crímenes cometidos a nombre de una causa, no tengan el tino y la generosidad de poner de lado su orgullo y soberbia vanidad para reunirse y encontrar soluciones viables que eviten derramamiento de sangre y más dolor al pueblo. Cada quien privilegia sus intereses electorales inmediatos, su cálculo político y viendo de qué manera le ponen zancadilla al otro u otra para quitársela del camino, rayando en una ingenuidad impensable en organizaciones y personas con amplia experiencia y trayectoria en estas lides. Si bien el lanzamiento como candidata de la Sra. Áñez no fue lo más acertado, aunque sí legal, pero no por eso se le puede descalificar al extremo de no asistir a un diálogo que pudo ser muy constructivo en momentos cruciales en los que unos gritan “guerra civil” y otros “que hace que no autoriza al Ejército y la Policía para que reprima” y cuando sabemos que los que saldremos perdidosos somos todos los y las bolivianos/as.
Cómo es que dicen que no quieren al MAS como gobierno, pero hacen coro con ese partido exigiendo la renuncia de Áñez a la candidatura, sabiendo que ni ella ni nadie se perfila como la fórmula ganadora? Este es el momento que con responsabilidad y compromiso con la democracia, deberían ir perfilando acuerdos para que, con votos en las urnas o en el parlamento, se cierre el paso a fuerzas antidemocráticas, se constituya un gobierno sólido, representativo y capaz de construir institucionalidad; además, diseñar estrategias para evitar que la billetera de la delincuencia que gobernó 14 años este país siga envileciendo la política mediante la compra de diputados y senadores electos que sorpresivamente recuerden que su corazoncito había sido de color azul. Es momento de construir sin mezquindades.
JULIETA MONTAÑO S.
Abogada y directora de la OJM