Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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La juventud que hirió al poder

La juventud que hirió al poder

Es de conocimiento público que después del 20 de octubre, con los antecedentes referente a la paralización de la Transición de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y a la renuncia irrevocable del vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, la situación del país no es la misma.

Costas justificó su salida por la “desatinada decisión del TSE de suspender la publicación de los resultados del sistema TREP”. Asimismo, aseveró, en una carta, que no participó de la decisión de suspender el conteo rápido, pese a ser vicepresidente de la Sala Plena.

El domingo, día de las elecciones, el sistema se paralizó a las 19:40 cuando arrojaba datos al 83.76% de las actas computadas, dando al binomio del Movimiento Al Socialismo (MAS) 45.28% de los votos frente al 38,16% de Comunidad Ciudadana (CC), una diferencia que daba paso al balotaje. 

Para Costas, esta interrupción provocó la “desacreditación de todo el proceso electoral, ocasionando una innecesaria convulsión social, que espero sea pronto solucionada”. 

Posterior a esto y con los resultados al 100% del voto escrutado,  Morales, obtenía un 47.08% y Mesa  36.51% . Para evitar una segunda vuelta, el candidato del MAS requería superar el 40% y sacar al menos un 10% de ventaja al segundo. Por los datos emitidos por el TSE, Evo había obtenido el porcentaje requerido.

Esta situación provocó dudas de fraude e indignación en miles de ciudadanos, que salieron a las calles para exigir que se respete su voto.

Una de las primeras manifestaciones de bronca y rechazo a los resultados se registró en el campo ferial de Feicobol, donde el Tribunal Electoral Departamental había instalado el centro de cómputo.  A ello se sumaron los ataques y quemas de oficinas de tribunal electorales de otros departamentos del país.

El presidente del Estado, en ocasión de festejar el triunfo, amenazó al candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, con procesarlo. Lo llamó “golpista” y “delincuente” ante una multitud de miles de personas de diferentes sectores afines al Movimiento Al Socialismo. Durante su discurso,  también se refirió a los bloqueos y al paro indefinido. Señaló que son resultado de un “chantaje por platita o notita”. “Con pitita amarrada bloquean. Soy capaz de hacer un taller o seminario sobre cómo hacer un paro o una marcha”.

Desde ese momento, se exacerbaron los ánimos de los jóvenes bolivianos, porque no les cayó nada bien escuchar al Presidente de los bolivianos decir que los jóvenes se mueven por “platita o notita”. De ahí en adelante se pudo ver en las calles innumerables puntos de bloqueo, gente bien organizada, personas orando y pidiendo paz para nuestra querida y amada Bolivia.

Como dice Amparo Canedo: “De un momento aparecieron y fueron multitudes. Tomaron las calles llevando la bandera de Bolivia en la espalda. No faltó el que iba disfrazado de su héroe favorito, tal vez porque no terminó de dejar la infancia (...) Pero no les pudo llamar imperialistas, porque la palabra no calza con quienes crecieron mientras él estaba en el poder”.

Estos jóvenes valerosos y decididos son la pesadilla del actual Gobierno, por lo que me atrevo a decir que ellos hirieron al poder.