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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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La excelencia sin amor es una actitud sin tiempo

La excelencia sin amor es una actitud sin tiempo

Al preparar mis clases, me invade, cada día con mayor fuerza, un sentimiento de incertidumbre, ¿qué debo enseñar?, ¿qué sentido debo darle a un contenido técnico para lograr un resultado integral, significativo en la vida del estudiante, de la persona que está del otro lado de la pantalla y ni siquiera tengo certeza de su atención?

La respuesta más simple pasa por centrarme en el contenido de la materia, abstrayendo el mismo de la situación humana y concreta que vivimos como consecuencia de la pandemia, me es fácil encontrar algunos elementos de la ciencia y la técnica que disfrazan el contenido de competencia.

Menos simple, sin embargo, igual de fácil, es darle un toque de emprendedurismo que disfrazaría la creciente indiferencia ante la deshumanización de la vida, sin embargo, la denominada educación integral bajo un modelo pedagógico constructivista, con planificación curricular por competencias, quedaría como eslogan publicitario.

La promesa de un progreso ilimitado en el que la ciencia y la tecnología aportan con absoluta certeza, se desmorona frente a la realidad. El agua se cotiza en el mercado de futuros de la bolsa de valores, se cotiza un elemento vital, ¿se cotiza el derecho a la vida? La discusión del precio de las vacunas sin que en ella se visibilice la accesibilidad para el ciudadano común, cuya mayoría depende de un salario bajo o de la economía informal del día a día, dentro de un año, ¿la salud tiene un precio que no todos podemos pagar? Las “noticias”, de un mundo inmerso en las redes sociales, que en sus interacciones simbólicas destruyen el sentido de la vida, otorgándole cada vez más importancia al poseer que al ser. ¿Los movimientos fundamentalistas cospiranoicos, negacionistas, de fanatismos defienden el derecho a la vida, a la libertad, al trabajo digno?

Tengo certeza que mi clase debe incluir el conocimiento para la construcción del saber, debe desarrollar la inteligencia, aplicable a un contexto concreto desde la perspectiva que cada estudiante tiene de la vida y, sobre todo, sé que nada de esto tiene sentido si la excelencia profesional no está circunscrita en un acto de amor. Lo que no sé es ¿cómo hacerlo en un mundo aparente, instantáneo y mercantilizado? Me ayudan.

CONSTRUIR COMUNIDAD

J. JAVIER PRUDENCIO M. Ph.D.

Director de Carrera Ingeniería Civil UCB 

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