Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Lluvias milagrosas

Lluvias milagrosas

Es impresionante cómo la ciudad denota una transformación muy positiva cuando llega la época de lluvias. Hablamos de un mayor volumen de vegetación, una mayor humedad ambiental, un paisaje urbano más limpio. Sin embargo, también acarrea algunos problemas como el colapso de desagües pluviales, inundaciones por arrastre de materiales en los cursos de agua y torrenteras, y mayor cantidad de tierra en los lugares sin tratamiento de vías (carpeta asfáltica o empedrado). Todo ello caracteriza a nuestra ciudad los meses de noviembre a febrero y es algo que estacionalmente se va repitiendo. 

Indudablemente, hablar de la ciudad es hablar de vida urbana y artificial donde cada vez con mayor intensidad toma relevancia la vegetación urbana, que permite mitigar los impactos de la inversión térmica y, por tanto, el cambio climático toma relevancia la necesidad de reutilizar el agua de los desagües tanto domiciliario como barrial para aprovechar el agua que se escurre por las calles en actividades que no exigen gran calidad de agua, sino su almacenamiento para reúso posterior. También  toma relevancia la gestión territorial efectiva que incluye una administración racional de las urbanizaciones según su ubicación y el nivel de riesgo de desastres de origen natural, para garantizar el día a día de la actividad residencial sin necesidad de sobresaltos. Todo esto es parte de la gestión municipal, que la institución edil debe desarrollar en su territorio y de acuerdo a priorización de obras e infraestructuras que los representantes vecinales deben priorizar. Una gestión coordinada permitiría una respuesta efectiva desde el barrio en miras de mejorar el desarrollo local. Estas acciones tienen que ver con decisiones de las autoridades municipales acorde a una lectura de la problemática urbana de nuestra ciudad, para lo cual deben recorrer la misma con un ojo ciudadano las veces que sea necesario para identificar las zonas más deprimidas en cuanto al desarrollo urbano donde normalmente se demanda mayor número de obras; pero también es necesario tener una visión concreta y clara hacia dónde va la ciudad, especialmente en lo referido a los asentamientos humanos y las áreas que todavía se plantean como zonas urbanizables ubicadas hacia el sur de la jurisdicción municipal (distritos 9 y 15). Por tanto, son momentos de decisiones importantes para la ciudad, entendiendo que una reorganización espacial o una reasignación de obras, según verdaderas prioridades y programadas en el tiempo, pueden constituirse en elementos detonantes del desarrollo local y el impulso a las actividades económicas que espera gran parte de la población. Generar movimiento económico en las zonas más deprimidas y de mayor demanda vecinal es también una forma de satisfacer necesidades en cuanto a su desarrollo, esa es la cuestión.

CIUDAD SUSTENTABLE 

JOSÉ CASTELLÓN ONOFRE

Agrónomo, Investigador IIACH-UMSS

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