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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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¿Ciudades inteligentes?

¿Ciudades inteligentes?

En una anterior columna hablé de los territorios inteligentes como un espacio de constante interrelación de complejos procesos sujetos a la necesidad de cambios profundos y estratégicos. Hoy quiero dedicarle unas cuantas líneas a una acepción muy similar y es el de las ciudades inteligentes.

Estas, en definición dan una idea más específica de lo que es aprovechar el conocimiento y las experiencias externas para imprimir un proceso tecnológico estratégico, pero con un amplio conocimiento de la realidad urbana de un espacio totalmente consolidado y con altos impactos ambientales resultado de su metabolismo. Algunos autores indican que: una ciudad inteligente es aquella que facilita la movilidad, mejora los servicios sociales y permite otorgar voz a los ciudadanos.

Sin embargo, un elemento sustancial es el que operativiza este concepto y es el avance tecnológico. Pero, ¿cómo se entiende la tecnología en entornos urbanos que no están completamente consolidados y que tienen un franco proceso de urbanización feroz y muy dinámico? Algunas respuestas pasan por situarnos en las condiciones de vida de una ciudad de este tipo donde aún no se han solucionado cobertura de servicios básicos, el nivel educativo de las personas es muy limitado y, aun peor, no existen potencialidades económicas para satisfacer el empleo o una fuente seguro de ingreso para la mayoría de sus habitantes. A nivel de la región metropolitana Kanata, por ejemplo, en Cochabamba lo que podemos denotar es que solo analizando el acceso a la red internet podríamos ya valorar adecuadamente el nivel educativo de la población, porque si de educación se habla es inminente estar sintonizados con la globalización de las TIC. Ahora ¿qué iniciativas se perfilan como interesantes en nuestro medio? El municipio de Cochabamba tiene la idea de constituirse en sede de un centro tecnológico de producción de software. Sacaba, el de aprovechar su potencial de vinculación oriente-occidente al igual que Quillacollo para facilitar y capitalizar servicios que mejoren el tránsito de mercaderías de forma interoceánica.

Colcapirhua, su potencial de municipio industrial y de servicios. Tiquipaya, su potencial en generación de hidroelectricidad y exportación de flores y frutas con sistemas de riego óptimo. Vinto y Sipe Sipe, como reservas de agricultura urbana sostenible en miras de sustentar la alimentación de esta región con alto grado de urbanización. En todo caso, la palabra la tienen los planificadores y gestores territoriales. Es el momento de implementar pequeñas iniciativas que podrían constituirse en elementos detonantes de un mejor desarrollo urbano en la metrópoli que alberga a la mayoría de la población del departamento.

CIUDAD SUSTENTABLE

JOSÉ CASTELLÓN ONOFRE

Agrónomo, Investigador FCAPyF-UMSS

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