La historia del municipio de Cochabamba tiene como faceta principal un antiguo valle productivo, por tanto, los terrenos agrícolas eran una constante en este territorio. Sin embargo, las décadas de los años 1990 en adelante y con mayor intensidad a partir del año 2000 se confirma una extinción de la actividad agrícola en la única zona residual productiva del territorio municipal -el distrito 9-. 

El último plan de ocupación del territorio municipal, aprobado en la gestión del personaje musical llamado Edwin Castellanos, permitió que el uso del suelo de extensas zonas de este territorio pasaran de uso forestal y de protección a uso residencial o de expansión urbana hacia el sud. Esto ha ocasionado prácticamente la extinción final de cualquier posibilidad de implementar proyectos de agricultura urbana y combinación de usos de suelo entre lo residencial agrícola y forestal o de protección en la extensión superficial más importante del territorio municipal, que a estas alturas perdió el sentido de reservar las áreas agrícolas para garantizar la producción de alimentos en pleno centro urbano de Cochabamba. Esta realidad se ve más afectada por la situación crítica en la que se viene desarrollando la escasa actividad lechera en la zona de La Maica, que es la única zona productiva y con valor económico importante y representativo en el desarrollo local. Pero ¿qué significa el que esta zona permanezca en el tiempo con ese potencial lechero?, significa que en las actuales circunstancias de escasez de alimentos y necesidad de producción más limpia de productos agroalimentarios, esta actividad bien entendida y potenciada en el acceso a oportunidades de mejora podría significar y permitir una recuperación de la vocación productiva como un enclave de la región metropolitana de Cochabamba, pero esto, ¿cuánto le interesa  a la gestión actual de las autoridades municipales? Veremos en breve, de acuerdo a cómo reaccionan los decisores en este ámbito municipal. Será un momento importante en la gestión territorial, ya que la pandemia que venimos soportando nos sensibiliza y nos reclama la necesidad de buscar enclaves para la producción de alimentos libres de contaminación y con tendencia a lo orgánico para garantizar una alimentación segura y en condiciones adecuadas de desarrollo productivo para los únicos productores que luchan titánicamente por esta alternativa.

CIUDAD SUSTENTABLE

JOSÉ CASTELLÓN ONOFRE

Agrónomo, Investigador FCAPyF-UMSS

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