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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Pronósticos y profecías para el 2023

Pronósticos y profecías para el 2023

Al comenzar un nuevo año, muchos quisiéramos saber cómo será el 2023, si será mejor, peor o igual. Lo cierto es que nadie tiene la bola de cristal, pero podemos hacer algunas conjeturas, sobre lo que nos espera, basadas en profecías, pronósticos  y tendencias. 

Para Nostradamus se espera, el 2023, “una gran guerra durante siete meses”, que podría ser la tercera guerra mundial a partir del conflicto Rusia-Ucrania, y la segunda profecía  dice que habrá “una falla de luz en Marte”, lo que podría traducirse como la explosión de alguna nave espacial de exploración que la NASA o ESA envíen a ese planeta. 

Para el Banco Mundial, “el mundo podría estar avanzando poco a poco hacia una recesión mundial en 2023 y una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo” y que “ los aumentos de las tasas de interés y de otras medidas de política no sean suficientes para reducir la inflación mundial a los niveles registrados antes de la pandemia”.

Según la CEPAL, el 2023, “los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global”. 

En Bolivia, según expertos económicos bolivianos, será un año complicado por la convulsión política y social, la desaceleración económica, la pérdida de reservas del BCB, el elevado nivel del déficit fiscal, la subvención de hidrocarburos, la gestora pública que se hará cargo de los recursos que administran las AFP, el insostenible tipo de cambio, entre otros.

Ante este desolador panorama de lo que se viene en 2023,  es posible imaginar un mejor mundo a partir del horóscopo chino, que en el año del conejo predice será un año de esperanza, donde el tema central será la empatía, la solidaridad y donde reine el amor universal. Los avances en la ciencia y  tecnología, nos devuelven esa esperanza para mirar con ojos optimistas lo que viene el 2023. Por ejemplo, el descubrimiento del medicamento lecanemab, que se convierte en el primer fármaco capaz de curar el Alzheimer, o el surgimiento de medicamentos y técnicas revolucionarias contra el cáncer, a partir de la ingeniería biológica, para sanar el cáncer de mama, rectal,  colorrectal y de pancreas;  y siendo más positivos, esperar la curación de pacientes con discapacidades de movilidad, comunicación y visión, a través del chip inalámbrico, que la empresa Neuralink de Elon Musk será probada en humanos en el primer semestre. No menos importantes serán los avances en la salud digital, la tecnología de alimentos, los vehículos eléctricos, la inteligencia artificial, la robótica en beneficio de la humanidad.

 Se espera el avance de la Web3, un internet sin ataduras a los términos y servidores de los proveedores de servicios, basadas en el blockchain; el avance de las tecnologías de realidad virtual permitirán el tratamiento de fobias que tienen muchas personas; en innovación y tecnología de alimentos, se espera lograr una alimentación más sostenible con el surgimiento de mariscos vegetales y hamburguesas sin carne; en tecnología de vehículos, se espera seguir innovando en coches eléctricos, tractores autónomos y otros transportes que sean menos contaminantes , alivianen el tráfico y hagan más segura la conducción. Con la inteligencia artificial y la robótica, se espera revolucionar tareas del hogar, el diagnostico de enfermedades, el transporte y la recreación. 

Me quedo con el  año de “esperanza” que nos trae el conejo y la tecnología, en vez de las profecías y recesión económica de Nostradamus y los expertos. Y usted amigo lector, ¿cómo quiere ver el año 2023? 

JORGE VELASCO T.

Ingeniero industrial, magíster en Innovación y Desarrollo, emprendedor, y docente

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