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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Afganistán: Emprender para vivir

Afganistán: Emprender para vivir

Esta semana la noticia que impactó al mundo ha sido  la caída del gobierno de Afganistán en manos de los talibanes. Se ha visto a miles de afganos tratando desesperadamente de escapar en el aeropuerto de Kabul, las imágenes del avión que despega con 600 personas apiñadas como una “lata de sardina” y el de mujeres desesperadas tratando de librarse del nuevo régimen. 

A los que tenemos hijas se nos pone la “piel de gallina” al saber que las mujeres afganas están ahora escapando o escondiéndose por el terror de lo que fue el primer gobierno talibán,  cuando  corrían el peligro de ser castigadas por reírse o mostrar los tobillos. Pero, además de todos los vejámenes y lapidaciones que tuvieron que sufrir, en ese entonces, se teme que no podrán volver a estudiar, ni trabajar y tendrán que volver a vestir el burka. Las reivindicaciones de igualdad de género que se avanzó en los últimos 20 años, la libertad y la dignidad hoy están gravemente amenazadas. 

Muchas mujeres en los últimos años han hecho una vida normal habiendo estudiado y ocupado puestos de trabajo en oficinas gubernamentales, pero además otras han dado rienda suelta a su capacidad emprendedora habiendo sacado a relucir su tenacidad y creatividad en momentos tan complicados. 

Por ejemplo, el equipo femenino de robótica que se ha destacado internacionalmente por sus inventos y que hoy está tratando de salir de su país ante la amenaza del nuevo régimen. Este equipo de 20 mujeres, entre 12 y 18 años, destacaron recientemente por haber creado un ventilador de código abierto y de bajo costo para luchar contra el coronavirus.   

Otro gran ejemplo inspirador se tiene en el bestseller del New York Times: “The Dressmanker of Khair Khana”, escrito por   Gayle Tzemach Lemmon, donde se relata la vida de Kamila, una mujer afgana que cuando ingresa el régimen talibán, con todas las violaciones a los derechos de las mujeres, ella  que dominaba el arte de la moda y la confección, empieza a transmitir sus conocimientos a cientos de mujeres en su misma situación. Pero no solo toma ese riesgo sino que realiza peligrosos viajes para incrementar su negocio y mercado, en un momento de máximo riesgo y pobreza. Ella puede generar un emprendimiento, mientras escapa a las estrictas reglas de los talibanes. Posteriormente, Kamila crea una consultora de negocios que hasta ahora ha implementado más de 50 proyectos y formado en el área de negocios a miles de mujeres que carecían de estas habilidades. 

En este periodo, otras mujeres emprendedoras y líderes han apoyado a miles de mujeres afganas para empoderarlas y salir adelante, dotándolas de herramientas tecnológicas y formación en gestión de empresas a mujeres que viven sometidas. En una sociedad tan machista es muy complicado para las mujeres iniciar un emprendimiento y hasta es mal visto que una mujer se destaque y sea líder, una mujer no puede llamar demasiado la atención.

A través de este artículo hago un reconocimiento a las mujeres emprendedoras del mundo y en especial a las de Afganistán, pese al ambiente de terror que existe en ese país, y hago un llamado para que todos nos podamos solidarizar con esta tragedia.

En Bolivia no tenemos talibanes, pero somos el país de Sudamérica con mayor número de feminicidios, es hora de que todos los bolivianos reaccionemos ante esta lacra. Debemos romper el silencio y dejar de estar con los brazos cruzados. “Ni una menos”. Hay que emprender para vivir.

INNOVACIÓN Y FINANZAS 

JORGE VELASCO T. 

Ingeniero industrial, magíster en Innovación y Desarrollo Emprendedor, y docente

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