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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Rompamos un tabú, hablemos de salud anal

Rompamos un tabú, hablemos de salud anal

A pesar que contamos con diferentes medios de comunicación (internet, televisión, periódicos, redes sociales, etc.), lamentablemente en pleno siglo XXI hablar de la salud anal es todavía un tabú. Muchos médicos eluden realizar una anamnesis y peor una observación directa del ano - salvo proctólogos-. Los pacientes por pudor, también esquivan expresar sus dolencias. El prejuicio es social, cultural y religioso que determina un gran vacío en la sexualidad anal y causa diagnósticos tardíos que hubiesen sido bien tratados en su debida oportunidad. 

Todos tuvimos, tenemos o tendremos en algún momento algún problema relacionado a la salud anal en el transcurso de nuestra existencia, como: hemorroides, fisuras anales, parasitosis, infecciones de transmisión sexual, etc. Se debe considerar de importancia a la tríada de los síntomas anales que requieren una consulta inmediata, estos son: el dolor, presencia de sangre y la presencia de una masa, que, con un examen físico sencillo, se puede evitar el 85% de problemas graves como el cáncer anal. 

Pese a ser un tabú en nuestra sociedad, las relaciones sexuales anales actualmente son cada vez más frecuentes, en particular en mujeres jóvenes heterosexuales. Pero, persiste el estigma que el sexo anal es solo una práctica homosexual de los hombres. Algunas mujeres prefieren el sexo anal para evitar el embarazo, tener más placer, preservar la virginidad y a veces durante la menstruación.

Las mujeres practican siete veces más que los hombres homosexuales las relaciones anales receptivas sin protección. Los que más utilizan condones para esta práctica son los hombres que tienen sexo con hombres (HSH), trabajadoras sexuales y los que tienen múltiples parejas. 

Lo que debemos saber es que el sexo anal sin condón y sin lubrificación adecuada tiene un riesgo mayor de 10 a 20 veces más que una relación vaginal normal para transmitir el VIH, el Virus del Papiloma Humano (que está asociado al cáncer anal) y otras Infecciones de Transmisión Sexual, debido a la fragilidad del tejido anal. 

El cáncer anal tiene una baja prevalencia en la población general, pero es considerablemente más alta en los HSH, particularmente en aquellos con VIH (aproximadamente en 100 por 100.000 personas); e incluso las mujeres con VIH tienen un riesgo 7,8 veces mayor de cáncer anal comparado con las mujeres de la población general, demostrado por autores como Jessica Wells.

Es importante también que el personal de salud conozca la existencia de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) que es un medio eficaz de prevención. En Bolivia, solo las preadolescentes se pueden beneficiar de una vacuna gratuita contra el VPH, esta medida ha sido tomada para evitar el cáncer de cuello uterino, provocado por el VPH. Según recomendaciones de la OMS, se debe extender la vacuna también a preadolescentes masculinos, para prevenir este tipo de cáncer.

Para vencer las múltiples barreras que obstaculizan el cuidado de la salud anal, estos temas deben ser abordados por las autoridades del Ministerio de Salud, las universidades que forman al personal de salud, médicos generales y organizaciones que trabajan en la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual. El Ministerio de Educación debe incorporar este tema en la educación sexual con el objetivo de romper tabúes a nivel de la población escolar y los diferentes medios de comunicación deberían realizar artículos y reportajes. 

Las personas que tienen actualmente algún problema de la salud anal, tienen que vencer el tabú sociocultural y aconsejamos que consulte a la brevedad posible con un médico. 

FORO

JHEMEL GARAY QUIROGA

Médico y responsable del Servicio de Salud del Instituto para el Desarrollo Humano 

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