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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Crisis de logística: El narco se queda sin avionetas

Crisis de logística: El narco se queda sin avionetas

Parece una fábula. Una realidad ficcionada. Pero no. El narco boliviano se quedó sin avionetas para transportar su droga a Paraguay y a otras zonas de Brasil. Su logística está en crisis. El negocio, en estos 16 años de gobierno masista, creció de manera vertiginosa y ya no abastecen las avionetas que se tienen en las pistas clandestinas. Necesitan de más naves, contar con un flujo más intenso para transportar todos los ladrillos de pasta base que salen del Chapare. Necesitan mejorar su logística.

Desde las zonas rojas del Trópico de Cochabamba se ha establecido todo un sistema terciario de transporte de droga. Desde minisbuseros, taxis, flotas, camiones y una marabunta de gente que acarrea ladrillos de pasta base de todos los colores y sellos que distinguen a los carteles criollos que operan en el país, como aquellos cargamentos para los socios colombianos, mexicanos y brasileños.

El negocio se les fue de las manos. Ya no pueden ocultar nada. La droga está desbordada y los clanes chapareños tienen que crecer, ganar territorios, vender su sobreproducción. Están expuestos y ellos lo saben. Su negocio rutilante los tiene agarrados del cuello. Su ambición desmedida, la idolatría al dinero, al poder, los tiene enajenados. Su futuro es muy claro: les espera una guerra entre clanes familiares, entre narcos, entre territorios, entre dirigentes. Están conscientes que el 94% de la coca del Chapare no pasa por el mercado legal. Las casi 55 mil toneladas que se producen en Bolivia de coca, no se comercializa en mercados legales. Todo es para el narco.

Por eso no es de extrañar que en los últimos meses, el Gobierno de Paraguay haya levantado una bandera de alerta al sostener que se ha detectado un negocio rutilante de avionetas en ese país. Solo en un mes, se produjeron siete casos de sustracción de aeronaves. Dos en el Chaco y cinco del otro lado de la frontera. El destino de todas esas aeronaves escamoteadas tuvieron como destino Bolivia. Principal sospechoso, como país productor de cocaína, para vuelos clandestinos con el expreso fin de trasladar droga a Paraguay y a la Argentina, donde se presume que esos cargamentos luego salen por la hidrovía Paraná-Paraguay rumbo a Europa; una ruta cuya logística maneja el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil.

La hipótesis que manejan los investigadores paraguayos, fiscales y autoridades ministeriales es que los robos de aeronaves en Paraguay y en otras tanto en Argentina fueron ejecutados por la misma organización criminal brasileña, en asociación con los narcos bolivianos, para dar abasto a sus operaciones.

El robo de avionetas se suma a otro problema en Bolivia y que sigue siendo la vergüenza de las autoridades llamadas a controlar el espacio aéreo nacional – pese a la compra de unos radares millonarios y que, hasta la fecha, ninguno funciona – que es la imposibilidad de detectar vuelos ilegales en el país, que operan, de acuerdo a los expertos paraguayos, bajo la modalidad de bombardeo de droga, es decir, arrojar los cargamentos a los campos sin la necesidad de aterrizar. Sin radares están ciegos, pero además, ni siquiera tienen los recursos para frenar esos vuelos con otros aviones o con un mínimo de fuerza letal. El concepto de soberanía nacional, que tanto pregonan los masistas, no existe.

Beni y Santa Cruz de la Sierra son regiones donde –de acuerdo a informaciones del propio Ministerio de Gobierno - el PCC se provee de la cocaína que luego va hacia Brasil, Paraguay, la Argentina e incluso Uruguay, para luego ser transportada al mercado europeo, a través de la Hidrovía.

El pasado 2 de diciembre, un grupo comando de siete personas, que se trasladaban en dos camionetas, robaron una avioneta Cessna 210 de la estancia Doña Anita en el Chaco paraguayo. Los asaltantes cargaron combustible y después un piloto despegó y desapareció con la avioneta rumbo a Bolivia, donde nadie controla el ingreso ilegal de estas aeronaves. Las autoridades guaraníes son contundentes: todas las aeronaves robadas son usadas para trasladar cocaína desde Bolivia.

El problema para los narcos bolivianos y brasileños, que tienen sus bases en el Trópico de Cochabamba, es que escasean las avionetas. Cada vez están mejor resguardadas por las fuerzas del orden de Paraguay y sus militares. La logística de los narco cocaleros está en crisis. Y ahora ¿qué harán? Porque quedarse con el stock de mercadería no será negocio para ellos.

OJO EN TINTA

JAVIER MEDRANO

Comunicador y experto en Gestión Estratégica

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