Una ciudad inteligente o Smart City es el resultado de un gran avance en el campo de innovación tecnológica, que interconecta personas y actividades a partir del uso de nuevas tecnologías para generar soluciones que permitan funcionar de forma sistemática y organizada a los sectores estratégicos de un país, con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 

El advenimiento de la pandemia, ampliamente conocida, demuestra que urge acelerar procesos que desarrollen metodologías para migrar a soluciones inteligentes, pensadas bajo modelos urbanísticos asistidos por tecnología, que controlen la salud, promuevan el uso del espacio público en contacto con la naturaleza, movilidad integrada con emisiones controladas y energías amigables, en paralelo con el control de procesos administrativos y bases de datos ciudadanas que aporten en evitar concentraciones innecesarias.

Para implementar una ciudad inteligente se tendría que conocer el nivel de madurez de la ciudad, desde el punto de vista de diversos actores tanto públicos como privados, para así determinar los pasos que deben darse para la implementación de tecnología que ayude en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. En este contexto, el nivel de gobernanza y empoderamiento social es muy importante, ya que para implementar sistemas que ayuden en organización de procesos, los consensos son muy importantes y para ello la legitimidad de gobierno es fundamental.

Cochabamba presenta un número cada vez más creciente de instituciones públicas y privadas que sistematizan sus procesos vía red, pero que lamentablemente estos presentan evidentes fallos y que hacen retomar nuevamente el tradicional acercamiento a una ventanilla para recibir el lapidario diagnóstico “no hay sistema”, o si bien lo hay, las largas colas de personas de variadas edades y condición interactúan para acceder al servicio con el riesgo constante de contraer el virus; surge el desafío de centralizar todos los procesos en línea y desde acciones asincrónicas realizar tareas cotidianas.

Se requieren generar políticas de estado permanentes que promuevan desarrollar e implementar ciudades inteligentes como una fuente de reactivación económica, creciendo y desarrollando la vida de forma sustentable en favor de nuestro entorno de vida en épocas del virus.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

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