Los saberes locales
Actualmente, las redes telemáticas dinamizan la interacción entre personas de distintas realidades que se muestran con códigos de comportamiento tipo, congelando su identidad local para asumir una identidad global única; esta realidad insta a reflexionar sobre escenarios locales, considerados como ámbitos privilegiados en el entorno de las identidades. La finalidad, propiciar una ciudadanía activa y comprometida con un territorio, naturalmente sin dejar la necesaria interacción global que contextualiza vivencias.
Jerzy Topolski, historiador polaco, plantea los siguientes ejes que argumentan mirar a lo local:
Las vivencias locales, a partir de sucesos dimensionales, tanto sociales, económicos, ambientales, políticos, entre otros, desarrollan un fuerte carácter identitario sectorial y local con tendencia de vincularse a historias más grandes generadas en contextos nacionales o internacionales, pero con realidades parecidas.
El escuchar relatos identitarios y documentarlos por grados simples o complejos, impulsando a sistematizar mitos, decodificándolos para luego jerarquizarlos, incentivando a la comparación entre casos para un posterior análisis crítico de las fuentes, además de reflexionar sobre los anacronismos.
Los relatos identitarios, traducidos en códigos por las dimensiones analizadas, protagonizarán insumos para fomentar la construcción, resignificación o bien revalorización de identidades individuales o colectivas.
Los pueblos originarios y sus habitantes generan prácticas únicas de acuerdo al contexto donde se desarrollan, esta acción fue conceptualizada desde diversos enfoques bajo la denominación de “Saber local”, esta comprende conocimientos sobre el clima y el suelo, en paralelo con prácticas ancestrales de orden productivo. Si bien los saberes locales son asociados generalmente con la producción, existe un cúmulo de acciones que configuran saberes cotidianos, por ejemplo, curaciones o mitigación de dolencias en el plano de la salud humana, que incluyen cuidado, prevención y curación de determinadas enfermedades; también en el plano de la alimentación, se cuenta con una serie de saberes destinados a una producción gastronómica rica en nutrientes y de gran aporte en cuanto a la salud; así los saberes locales cuentan con una serie de planos en los que la experiencia genera conocimiento transmisible y funcional a diversas generaciones. Cochabamba concentra muchos saberes locales en diversas dimensiones, el desafío está en rescatarlos, sistematizarlos y proyectarlos como un signo de empoderamiento regional.
CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO
JAIME ALZÉRRECA PÉREZ
Docente e investigador IIACH- UMSS