Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Identidades en permanente construcción

Identidades en permanente construcción

Un individuo no se construye para siempre, sino que su realidad está basada en una permanente interacción con el entorno con el que coexiste, donde el lenguaje media esta interacción y ayuda a generar instrumentos para aprender constantemente de la realidad en permanente actividad. La constante construcción de vivencias y hechos protagónicos en todo ámbito, denota a un individuo que es producido por su historia, donde su identidad se construye constantemente en función de acontecimientos personales que dan cuerpo a una biografía personal, nutrida por elementos comunes a la familia y a los grupos sociales a los que pertenece.

Pierre Félix Bourdieu, sociólogo francés, sostiene que la identidad es el producto de una historia, requiere de una trayectoria, basada en una serie de sucesos en un espacio de incesante transformación, propiciada por sujetos individuales o en colectivos. En este sentido, la identidad puede entenderse como el transcurrir de vivencias en entornos privados e institucionales durante el tiempo de vida de un individuo, que produce una biografía que se organiza en función de flujos de información social de los diferentes modos de vida en la que un sujeto interactúa, ya sea por trabajo, socialización, familia, amigos, etc. 

En este contexto, si se ve que la identidad se construye a lo largo del periodo de vida de un individuo, esta conlleva una historia en dos niveles: la primera, como la historia como una sucesión de acontecimientos, y la segunda dimensión, como relato de esos acontecimientos, considerando además que la historia no solo se refiere a un pasado consolidado, sino por sobre todo a una historia en constante construcción, acción que puede asociarse como una interacción con el futuro.

En este marco, Bolivia es un contexto en constante dinámica, donde las identidades se van construyendo permanentemente causados por diferentes situaciones, por ejemplo, sociales y políticas, sin dejar de lado las económicas, culturales, ambientales, etc., donde una es la historia construida y otra la narrada, utilizando la comunicación para empoderar grupos de uno u otro bando, de acuerdo a intereses conyunturales que plantean detonantes para dirigir colectivos sociales en función de la elocuencia discursiva con que se narran y socializan acontecimientos para lograr adherentes que sumen y acrescenten una base social, acción importante para fines políticos con el consiguiente beneficio de ciertos grupos de poder y territorializada generalmente en escenarios de conflicto.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

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