Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Expresiones de alegría pospandemia

Expresiones de alegría pospandemia

Un territorio contiene múltiples formas de vivencias sociales que se muestran en diversas imágenes, cuyas manifestaciones se desarrollan en el espacio público con tradiciones que se muestran en una diversidad de expresiones con narrativas representadas en una serie de signos que evocan diferentes actitudes humanas evidenciadas metafóricamente en expresiones culturales y que al vivirlas transportan  a un mágico mundo.

La población muestra una marcada predisposición a congregarse y participar de diversos eventos, apropiándose de los espacios públicos y construyendo territorios comunes de acuerdo a las características vivenciales de grupos sociales, donde la recurrencia de asistencia a actos masivos como los carnavales, generan en la memoria colectiva una visión patrimonial e inmaterial, que se encuentra ligada a la vigencia y representatividad que otorgan diversos procesos identitarios que permanecen conformados por prácticas y acciones transmitidas de generación en generación, cobrando vigencia y significación en el tiempo. Los usos, representaciones, conocimientos y técnicas, junto a instrumentos y objetos, amalgamados con una amplia diversidad de vestuario, propician coreografías con mucha expresión simbólica que se constituyeron en patrimonio intangible no solo del país origen sino de la humanidad entera. Estas expresiones inmateriales al desarrollarse en el espacio público, generan territorialidades que toman protagonismo, tal el caso del Paseo de El Prado en Cochabamba, el Cambódromo en Santa Cruz, la peregrinación al Santuario del Socavón en Oruro.

En este marco, el carnaval se constituye en una expresión patrimonial cultural e inmaterial, fortaleciendo el tejido social en diferentes sectores de la sociedad. Tres años pasaron desde las restricciones sanitarias que impedían concentraciones masivas, volviendo paulatinamente los rituales y tradiciones con interacciones dentro el sincretismo cultural, en un marco de alegría y excesos, pero con la variante de que todavía existe una amenaza en el espacio público, que hace pensar que se deberían proponer corredores culturales diseñados con características de bioseguridad, porque lo que ahora se tiene solo representan improvisaciones espaciales, quedando recurrir a la responsabilidad social que promueva los cuidados necesarios comenzando por la vacuna voluntaria y terminando con las debidas distancias sociales.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

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