Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Bolivia entre lugares e identidades

Bolivia entre lugares e identidades

Bolivia se muestra diversa tras la reforma de la Constitución Política del Estado, que en el año de 1995 la define como un territorio multiétnico y pluricultural; con una significante presencia de quechuas y aymaras, distribuidos en zonas andinas (tierras altas), valles del occidente y áreas urbanas; mientras que en el oriente, chaco y amazonía (tierras bajas), la población interactúa entre chiquitanos, guaraníes y mojeños, además de migrantes procedentes de tierras altas, en un contexto de habitantes urbanos, periurbanos y rurales, por citar algunos del entorno de 36 naciones y pueblos indígenas.

Articular diversas identidades no siempre resulta armónico y carente de problemas, evidenciando tensiones producto de relaciones de poder en condiciones históricas de consolidación o extinción en función de diferentes coyunturas y donde el Estado Plurinacional de Bolivia se funda en base a la interacción entre lo regional y lo indígena en el ámbito de la autonomía y la autogestión.

Un territorio, presenta dimensiones de sentido de pertenencia como base para la integración social, donde la reproducción de simbolismos, memoria e imaginarios colectivos permiten construir, revalorizar o resignificar identidades colectivas que se configuran a medida de diferentes dinámicas, por ejemplo, sociales, económicas o políticas; donde esta experiencia vivencial esta inserta en lugares, que la reflexión teórica coincide en considerarlos como artefactos primarios de la cultura con diversas formas de interacción que reflejan el valor que se les da en sentido de los vínculos que se establecen. Es así que una persona o un grupo puede compartir un mismo lugar, pero el sentido que le otorguen será diferente, en este sentido un lugar se constituye por interrelaciones tejidas por los habitantes a partir de su historia, su cultura y la representación otorgada con diferente valor y sentido. 

Estas reflexiones permiten afirmar que el territorio esta construido socialmente, con un conjunto de prácticas representadas de diferente manera y donde también existen muchos otros que lo conforman, cada uno con diferentes  simbolismos, consolidados o en proceso a partir de diferentes imaginarios. 

Esta reflexión me permite reconocer que somos diversos y que cada lugar connota diferentes significaciones, que deberían ser tomadas en cuenta para planes y proyectos que afiancen sentido de pertenencia y poder generar así sólidos empoderamientos como base de duraderos consensos y poder afirmar sin duda…. ¡que viva Bolivia diversa!.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

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