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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Anomia y transporte

Anomia y transporte

La vida en sociedad resulta óptima de acuerdo al  grado de cumplimiento de normas y práctica de valores como respeto, solidaridad, disciplina y autocontrol, su ausencia es caracterizada como anomia. Una ciudad es un contexto dinamizado por el transporte con diferentes grados de complejidad, donde los elementos componentes son los motorizados, los peatones y los ciclistas, en un entorno de diversos tipos de vías contextualizadas en ámbitos geográficos, económicos, sociales y ambientales. 

Lograr que un sistema de tránsito sea seguro dependerá en gran medida de un enfoque sistémico, en el entendido de que un sistema es configurado por una serie de elementos que interactúan entre sí y su éxito o fracaso depende del nivel de eficiencia comunicacional que socialice y empodere normas y valores que se evidencien en un uso eficaz de los bienes comunes.

Lo ideal sería que los habitantes de una ciudad cumplan normas, consolidando relaciones de confianza, reforzando un ambiente propicio para el desarrollo tanto individual como colectivo, que de no darse así por causa de la anomia, se ocasionaría deterioro de infraestructura pública, generándose puntos críticos que propicien accidentes que comprometan tanto a la salud como a la pérdida de bienes materiales con sus consecuentes impactos en la economía y la calidad de vida.

Cochabamba, desde hace unos días, cuenta con un alternativo transporte, caracterizado como un tren metropolitano, que en su poco uso ya evidenció marcados problemas actitudinales de una ciudadanía que desconoce de su funcionamiento y desacata constantemente las normas; tal el caso de pretender parar el servicio en cualquier lugar y no necesariamente en las paradas, o el conductor ávido de adelantarlo sin medir las consecuencias de un  lamentable accidente y cómo no  citar el emerger de grafitis con un irrelevante mensaje incomprendido por una mayoría, evidenciándose, además, marcadas imitaciones en diseño que denota largos tiempos en abordaje y recorrido quedando muy incierta la factibilidad tanto económica como social, rescatando por supuesto la energía limpia que se usa para su accionar.

Durkheim, importante sociólogo francés, sostenía que las normas otorgan utilidad social porque organizan la vida colectiva en diversas esferas, que de no existir, ocasionarían pérdidas en el sentido de  acciones individuales, creando individuos despojados de toda motivación y aporte tanto en lo individual como colectivo.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

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