Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Sobre el debate vicepresidencial

Sobre el debate vicepresidencial

Desde el año 2005, en Bolivia, no hay debates electorales entre los principales candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia. ¡Eureka! La semana pasada hubo uno. 

Según el consultor político Martin Granados (2010), para ganar un debate se deben cumplir algunas reglas mínimas. Usaré esos consejos para analizar el debate del 16 de septiembre entre los vicepresidenciales de CC, BDN y MAS 

1. Preparárselos, ensayar y entrenar. La que demostró haberse preparado y seguido su libreto fue Shirley Franco.  Álvaro García parecía mucho más improvisado que Gustavo Pedraza.

2. Conocer los preparativos y reglas del debate. Los tres, en  general, se movieron bajo las reglas acordadas. El set de Red Uno impecable y muy buena producción 

3. No desviarse de tus argumentos. Shirley se mantuvo firme a su guion y actitud. Álvaro, como ya está acostumbrado a hablar con públicos cautivos, quiso dar cátedra y se dispersó.  Gustavo estuvo centrado en una buena parte del debate, pero Shirley logró dispersarlo.

4. Mostrarse desenvuelto y tener una actitud positiva. Aquí hubo un empate catastrófico. Los tres estaban acartonados a su guion o a su seguridad. No estuvieron desenvueltos y ninguno mostró una actitud positiva. Las sonrisas alegres en los candidatos fue lo que menos hubo en este debate. Primó la sonrisa irónica, despreciativa. Los tres estaban adustos sin dejar que salga la naturalidad.

5. No mentir, ni enfadarse ni burlarse del adversario. En esto de no mentir García, dado el peso de 13 años en el Gobierno, perdió porque el nivel de confianza en lo que dice ser y hacer es muy bajo. Franco fue la subcampeona en esto de no usar datos ciertos. Dijo y usó datos que no aguantan un escrutinio riguroso, como se demostró al día siguiente en una entrevista personal en PAT que la desnudó en sus incongruencias. Pedraza evitó decir mentiras, pero no supo exponer sus verdades. Se perdió en el mar de información que tiene y llevó. 

6. Encajar bien las críticas. Shirley perdió los estribos, no supo administrar con arte y humor las críticas de sus adversarios y mucho menos las de Gustavo.  Álvaro se mostró tranquilo, al extremo que parecía no saber qué decir, aunque utilizó muy bien (con ese ir  y venir de su cabeza) cuando sus dos contrincantes se avasallaron en críticas mutuas. Gustavo manejó mejor las críticas, pero fue jalado al territorio que Shirley quería: debatir con él y demostrarle que la cosa no había sido no más entre dos, como había dicho varias veces Carlos Mesa, sino entre tres (...).