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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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VIH/sida en el año de la pandemia del COVID-19

VIH/sida en el año de la pandemia del COVID-19

El pasado 1° de diciembre se celebró el Día Mundial del Sida. En este contexto, la nueva responsable del Programa Nacional de ITS/VIH/sida brindó datos actualizados anunciando que en el país existen 21.275 personas viviendo con VIH; de estas, el 43% (9.326 personas) recibe actualmente tratamiento antirretroviral y un 28% (6.144 personas) cuenta con una carga viral indetectable, es decir que la cantidad de virus es insuficiente para transmitir el VIH.

El 2015, durante el Foro del ONUSIDA-OPS, los países, incluida Bolivia, se comprometieron a lograr la nueva meta global conocida como 90-90-90 a ser alcanzadas hasta el año 2020, con el objetivo de poner fin a la pandemia del VIH. Esta meta se refiere a que el 90% de las personas con VIH conoce su estado serológico, de estas el 90% recibe el tratamiento antirretroviral y de estas 90% cuenta con carga viral indetectable. ¿Cuán lejos nos encontramos? Sin datos oficiales sobre el primer 90, tenemos 43% en tratamiento y 28% indetectables, datos alarmantes.

Sin embargo, encontramos que la respuesta a estas cifras es la no-aplicación de las recomendaciones de la misma OPS y ONUSIDA que consistían en la implementación de la prevención combinada, es decir: uso correcto de preservativos, PrEP (tratamiento biomédico de profilaxis pre-exposición para personas VIH negativas), PPE (Profilaxis Post-exposición para personas VIH negativas), la auto-pruebas de VIH, y el TASP (Tratamiento antirretroviral de personas VIH positivas como prevención, considerando que una vez indetectables en su carga viral, se detiene la transmisión del virus).

Lamentablemente en nuestro país, no se han logrado introducir la PrEP, tampoco la auto-prueba; la PPE solo está disponible para accidentes laborales del personal de salud y casos de abuso sexual; el TASP no logra los índices deseados por diferentes motivos, como son el lentísimo proceso de desconcentración de los CDVIR, infraestructuras carentes, dificultades con pruebas de laboratorios, dotación y entrega de antirretrovirales, falta de atención de calidad que abarque salud integral de personas que viven con VIH, destacando problemas serios con la nutrición y la salud mental, derivadas del estigma sobre el VIH, las diversidades sexuales y otras.

En este contexto, organizaciones de personas afectadas por el VIH y de la sociedad civil, llenan vacíos del Estado basándose en las fuerzas del activismo y la lucha por los derechos humanos, esfuerzos muchas veces invisibles para las autoridades.

Este año, los CDVIR sufrieron un duro golpe por la pandemia, que dejó a miles de personas con dificultades para continuar sus tratamientos, la toma de pruebas a población vulnerable se han visto seriamente reducidas; en este sentido el Instituto para el Desarrollo Humano-IpDH lideró junto a otras organizaciones aliadas la primera versión de la Semana Internacional de la Prueba, logrando en la ciudad de Cochabamba un récord en toma gratuita de pruebas rápidas de VIH, Sífilis, Hepatitis B y C, y alcanzando a más de 970 pruebas en su Centro Comunitario de Salud, acompañada por una campaña informativa nacional respecto a la importancia de las pruebas como el “primer paso” para el fin a la epidemia del VIH.

El IpDH llama a las autoridades a cumplir con sus compromisos e implementar totalmente la prevención combinada a la brevedad posible. Sin PrEP, TASP, PPE, auto-prueba y la eliminación del estigma, y sin contar con las organizaciones de personas afectadas, vulnerables y la sociedad civil, no se alcanzará la meta jamás.

FORO

HAROLD MENDOZA

Consultor del Instituto para el Desarrollo Humano

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