¿Urbanización del Distrito 13?
El emplazamiento de un árbol de 38 metros de altura con foquitos luminosos, el “más grande” de Bolivia, en el cerro San Pedro y donde se encuentra el monumental Cristo de la Concordia, ha sido el atractivo navideño que ha permitido a la ciudadanía visitar este lugar durante los meses de diciembre y enero. La novedad ha sido el carácter nocturno de las visitas, que por la gran afluencia del público se entiende que ha sido todo un éxito.
Este paisaje urbano, luminoso y nocturno ha permitido observar con mayor detenimiento las noches cochabambinas y sus alrededores. Y de pronto empieza a llamar la atención la existencia de cada vez más puntos luminosos fijos y móviles en la cordillera del Tunari.
Desde siempre, se sabe que la parte norte del municipio, desde la cota 2750 hasta la cumbre, es el Distrito 13, que es parte del Parque Tunari, protegido por ley, que junto con los Distritos 1 y 2, conforman la Comuna Tunari. Es abundante la información existente sobre la problemática del Distrito 13, desde el rebasamiento urbano de la cota límite, sus bosques y vegetación reconocidos como el pulmón de la ciudad, que sufren recurrentes incendios forestales cada año en los meses de estiaje, lugar que contiene los vitales acuíferos de recarga de agua, como tributarios a las lagunas que proveen agua potable a la ciudad y a los numerosos pozos surgentes y perforados tierras abajo. Llaman la atención estas “otras luces”, especialmente las móviles por su incremento y tránsito durante todas las noches. Serán vehículos institucionales, de los comunarios que tienen sus tierras en esas alturas, de transporte público, de turistas, excursionista o lo que fuere. Lo cierto es que no puede ser un lugar de “libre tránsito”.
La existencia de energía eléctrica en la cordillera, alienta a la existencia y aparición de construcciones y viviendas, al margen de la condición propietaria de las tierras. La sustentabilidad de la ciudad de Cochabamba depende de mantener áreas estratégicas protegidas, como el Distrito 13, sin construcciones, sin sembradíos por el uso de químicos, sin tráfico vehicular, sin perturbaciones, para que la naturaleza, las nacientes de las aguas, la biodiversidad vegetal y animal, se conserven y de esa manera nuestra propia existencia como seres humanos. ¿Continúa con mayor énfasis la pasiva urbanización del Distrito 13?.
CIUDAD SUSTENTABLE
GERMÁN C. TÓRREZ MOLINA
Economista