Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 09:33

Territorios sin espacio y espacios sin territorio

Territorios sin espacio y espacios sin territorio

La premisa de H. Mazurek de que “no puede existir comportamiento social sin territorio y, en consecuencia, no puede existir un grupo social sin territorio” da lugar a la reflexión sobre la situación en que se encuentran las 36 naciones reconocidas por la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, así como de los conglomerados urbanos o ciudades que constituyen, por ejemplo, la región metropolitana de Cochabamba “Kanata”. Asumiendo, en primera instancia la diferenciación comprensiva conceptual entre espacio y territorio. Donde el espacio geográfico es definido como “una porción concreta de la superficie terrestre que puede ser considerada a cualquier escala, en su conjunto, en cada uno de sus lugares, en sus relaciones internas y en sus relaciones externas con los demás espacios” (Mazurek) respecto de “El territorio que se define como la porción de la superficie terrestre apropiada por un grupo social con el objetivo de asegurar su reproducción y la satisfacción de sus necesidades vitales” (Maryvonne Le Berre). En resumen, el territorio es el espacio que se habita con determinada calidad de relaciones entre las personas y de estas con la naturaleza. 

Por lo tanto, es un resultado histórico y evolutivo que puede desembocar en “territorios sin espacio” cuando existen naciones, etnias, comunidades, culturas, etc., desplazadas en el escenario del espacio geográfico, que se conservan en el exilio, visibles solo a partir de la sobrevivencia de su cultura y de sus relaciones sociales tradicionales. Y la otra opción serían los “espacios sin territorio”, como espacios donde no existen formas de vida común, donde las personas se comportan ajenas e indiferentes con sus vecinos, con su comunidad y por ende se muestran indolentes con lo que le pasa a la naturaleza que les circunda. Parece que no hay que hacer mucho esfuerzo, para darse cuenta de esta lamentable realidad vigente, por donde se le mire. Por ejemplo, ¿existirán territorialmente los Weenhayek, Esse Ejja, Machineri, Chácobos, Nahuas, etc.? pese a ser reconocidas en la Carta Magna oficialmente como naciones bolivianas. Tal vez, probablemente en algún recóndito jirón patrio, pero ajenos a la conciencia nacional. En contraposición, con seguridad existe una variedad de espacios (barrios, urbanizaciones, etc.) habitados sin relaciones abiertas de vecindario, de comunidad, incomunicados por temores de seguridad o de presumida ascensión social. Son patologías del moderno crecimiento urbano.   

CIUDAD SUSTENTABLE

GERMÁN C. TÓRREZ MOLINA

Economista

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