Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:15

La economía de la pos pandemia

La economía de la pos pandemia

Con la precaución debida para referirse a una etapa de pos pandemia, en momentos donde las advertencias de los rebrotes son una constante -amén de la vacuna ‘aprobada de emergencia’-. La mayoría de los expertos vaticinan que el mundo ya no volverá a ser el de antes, por los cambios que se están experimentado, principalmente, a nivel de la economía. 

A nivel local, se puede evidenciar la finalización de una amplia variedad de formas de trabajo y los comienzos de nuevas estrategias y emprendimientos de sobrevivencia. De muchísimas personas que ya no trabajan en lo mismo o en el mejor de los casos que ya no están ganando el dinero de antes y que están prácticamente obligados a empezar de nuevo o a replantear sus negocios.

Estas transformaciones se basan, principalmente, en los siguientes hechos: el mundo empresarial (privado y público) se ha dado cuenta de la necesidad de modificar sus ‘infraestructuras’; la modalidad del ‘home office’ y el ecommerce por FB que llegaron  para quedarse. Si bien la presencialidad no se desecha, el ‘trabajo virtual’ (reuniones, clases, transacciones, etc.,) seguirán siendo una gran opción, por razones de costos y de tiempo fundamentalmente. 

Otros importantes cambios son el ‘retail’, el ‘delivery’, la conveniencia y preferencia de las personas de comprar y vender lo que necesitan en las cercanías a sus domicilios, así como la entrega a domicilio de productos y servicios de consumo requeridos. Situaciones que le están dando un nuevo sentido a la necesidad de trasladarse por la ciudad para conseguir provisiones.

Este nuevo sentido, tiene implicancias insospechadas. Por ejemplo, ya no será tan imprescindible el acceso a un vehículo propio para cumplir con estas diligencias. También involucra tomarlo con más calma el uso de calles y avenidas, por las molestias de congestión y los tiempos insumidos (menos estrés).

De pronto, las miradas se vuelcan a valorar cuan amigable es la ciudad para recorrerla caminando o en bicicleta. Hay un renovado sentido del espacio público para el peatón. ¿Cómo están en las diferentes zonas de la ciudad los asuntos de calidad de aceras, árboles, sol y sombra, asientos y lugares de descanso, seguridad pública y privada? Así, se vislumbra la nueva economía. 

CIUDAD SUSTENTABLE

GERMÁN C. TÓRREZ M.

Economista

[email protected]

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