Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Vuelven los fantasmas

Vuelven los fantasmas

El SEDES Cochabamba, que tiene a su cargo la sistematización, el reporte y control de todas las enfermedades,  viene informado a diario y con mucha preocupación de nuevos casos del COVID-19, situación que llama la atención, preocupa, porque nuevamente se estaría reactivando la presencia del virus,  que ha dejado huellas profundas, irreparables  en todo el mundo, sobre todo por la pérdida de  millones  de vidas humanas, dejando en su camino llanto, dolor, tristeza de quienes han perdido a más de un familiar, amigos, colegas o conocidos.

Cada uno de nosotros ha vivido en “carne propia” los días de la pandemia y sobre todo en los picos más altos. Como todo ser humano, ha reaccionado con mucho temor al contagio, angustia, pánico de llegar a una sala de terapia intensiva en un hospital y no salir de ella, diversidad de sentimientos y emociones que han invadido nuestro ser.

En estos últimos años hemos tenido que aprender hacer un cambio de nuestros estilos de vida, de extremar acciones para cumplir todos los protocolos de bioseguridad con el objetivo de cuidar nuestras vidas, nuestra salud. Muchos nos preguntamos si todavía tenemos “el aguante”, las fuerzas para hacerle frente al virus, porque hay cansancio y se vislumbra que este visitante no deseado vino para quedarse por mucho tiempo.

Así como se reactiva la presencia del virus, también tenemos que reactivarnos en cumplir los esquemas de vacunación, que si no fueran por las vacunas, la estaríamos pasando muy mal. Lo cierto es que las vacunas están ayudando muchísimo para evitar que vayamos a máquinas respiradoras.

No queremos armar una polémica por la efectividad de las vacunas; varios mitos y tabús se han formado en relación a esta enfermedad, a las vacunas. Surgen voces que están en desacuerdo de que no se puede obligar a las personas a vacunarse, porque va en contra de los derechos humanos, que tienen efectos secundarios; en su imaginario hacen circular el rumor de un invento, un comercio, etc.  También se han creado creencias religiosas como solo hay que creer en Dios que es nuestra “única vacuna”, etc.

Miles de personas nos hemos hecho vacunar, pero no es suficiente, debemos cumplir las recomendaciones de los organismos internacionales de contar con todas las vacunas hasta las dosis que sean necesarias.  También llama la atención que algunas personas no se hayan hecho colocar ni la primera dosis, poniéndose en situación de vulnerabilidad al contagio y con fatales consecuencias. Se ha demostrado que estamos vivos gracias a las vacunas, porque reducen la agresividad del virus.  En estos días, muchos de nosotros hemos contraído el virus, el mismo que viene disfrazado como una gripe, un resfrió, pero con mucha fuerza. Como afirman los científicos, el virus, al igual que otros, va mutando constantemente para causar más daño a los seres humanos.

Es cierto que también existe la responsabilidad de muchas personas, que están con los esquemas completos de las vacunas, cumplen con los protocolos de bioseguridad y están muy bien.  En sus intentos de reducir los contagios, la OPS recomienda que todos trabajadores de la salud, los adultos mayores, personas con comorbilidades existentes y mujeres gestantes deberían recibir todas las dosis de vacunas contra el COVID-19 lo más pronto posible.

No cabe duda que en estos últimos días vuelven los fantasmas de un pasado reciente a raíz de la presencia del virus, que son realidades por este nuevo incremento de casos, que debemos afrontarlas con actitudes y prácticas saludables, como el distanciamiento social, el uso de los barbijos (que estamos totalmente abrumados, cansados en utilizarlos, pero “no nos queda de otra”) y la desinfección o el lavado de manos de manera frecuente, pero sobre todo en la aplicación de la vacuna hasta completar todos  esquemas recomendados.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad