Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 22:00

Recordamos, actuamos y vivimos más allá del SIDA

Recordamos, actuamos y vivimos más allá del SIDA

Este slogan fue creado para conmemorar en el presente año la Vigilia Internacional en Memoria de las Víctimas del SIDA (International Candlelight Vigil Memorial), una  campaña de movilización comunitaria más antigua y más grande para la sensibilización sobre el VIH en el mundo, que se recuerda cada 22 de mayo. Fue instaurado hace 39 años, cuando un grupo de activistas, familiares y amigos se reunieron en Nueva York para rendir un homenaje póstumo a todas aquellas personas que fallecieron a causa del SIDA.

Según las autoridades en salud, estamos en vísperas del inicio de la quinta ola del Covid-19 en Bolivia y en medio de esta ingrata presencia del virus, los actos de recordación a los fallecidos por el SIDA y la conmemoración de la vigilia es aún mucho más significativa ya que al coronavirus al igual que al VIH, no le importa de qué raza somos, qué religión profesamos, quiénes somos, a qué nos dedicamos, dónde vivimos, etc.

El coronavirus al igual que el VIH no  discrimina, pero las respuestas frente al Covid-19 y también frente al VIH lamentablemente siguen causando discriminación a las personas que lo sufren.

En Bolivia, al inicio de la pandemia del VIH/SIDA y cuando  se reportaron los primeros casos en la década de los años ochenta, noventa,  las respuestas para enfrentar a esta nueva enfermedad eran casi nulas. En la atención médico-clínica no se contaban con los medicamentos antirretrovirales (ARVs) que tienen un efecto muy eficaz para evitar que el virus se replique en el organismo; en esos tiempos no había el acceso a la atención integral en los servicios de salud, el trato con calidad y calidez por el personal sanitario era inexistente, etc. Recuerdo muy bien de varios casos de personas, hombres y mujeres, que murieron abandonados a su suerte,  sin recibir una atención médica adecuada, sin acceso a laboratorios, sin los medicamentos necesarios, entre otros, incluso muchas personas fallecieron en la clandestinidad, recluidos en sus domicilios por el temor de acercarse a las instituciones de salud,  por la discriminación existente, el rechazo, sobre todo del personal sanitario de ese entonces y  también de una sociedad donde lo único que hacía era buscar culpables, cuestionar las características de las personas, el comportamiento sexual de las personas que contraían el VIH, etc.

En esa época, los mismos afectados  en su impotencia afirmaban que esas  “miradas llenos de prejuicios, estigma y rechazo hacen más daño que la propia enfermedad”. Y así fue.

A parte de sufrir la enfermedad, sufrían el maltrato, el rechazo de la población en general. Es cierto que todavía estas actitudes persisten hasta nuestros días y que muchas instituciones en salud siguen trabajando en reducir el estigma y la discriminación a las personas afectadas y vulnerables al VIH por el respeto a sus derechos humanos que todos tenemos.

Hoy los tiempos han cambiado en la atención médica, clínica, de psicología, de laboratorios, de farmacias, de capacitación, orientación, etc.  a las  personas afectadas por esta enfermedad. En todo Bolivia se tienen los Centros Departamentales de Vigilancia y Referencia de las ITS y el VIH/SIDA (CDVIR), que son instituciones de salud especializadas en la atención al VIH/SIDA y a las ITS, donde se atiende a poblaciones como las personas que viven con el VIH/SIDA (PVVS), las Trabajadoras Sexuales (TS), la población de las diversidades sexuales que pertenecen al colectivo ILGTB HSH (Lesbianas, Gays, Travestis, Bisexuales, Hombres que tiene sexo con Hombres), personas en situación de calle y población en general. A las personas con el diagnóstico de VIH/SIDA se les brinda la atención en salud de manera gratuita, tienen acceso a los ARVS de manera permanente, cuentan con los insumos, laboratorios, como también las leches maternizadas para prevenir la transmisión vertical del VIH en menores lactantes y  otras atenciones para mejorar el estado de salud de las personas afectadas con el VIH.

Es cierto que todavía falta por mejorar en una atención adecuada a las poblaciones afectadas y vulnerables al VIH/SIDA. Es importante reflexionar entre las instancias servidoras de este problema de salud pública y los afectados, sobre todo en la  necesidad de lograr una corresponsabilidad de un manejo responsable y cuidados para evitar el deterioro de su salud y llegar a extremos como hospitales de tercer nivel, cuando el estado de salud está demasiado complicado. Por eso evitemos más muertes asociadas al SIDA.

GÁRGARAS DE SAL

Freddy Ricardo Zambrana Herbas

Psicólogo

[email protected]

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad