Los anillos de la muerte
Los anillos de la muerte constituyen una actitud de cobardía y bajeza en contra de indefensos arbolitos, que se encuentran en cualquier espacio verde, sea una vereda incluso algún parque y que el mismo es practicado por algunos malos ciudadanos o llamados también “arboricidas”, para después justificar que el mismo se ha secado y retirarlos incluso con autorizaciones permitidas de instancias superiores como el municipio de la ciudad.
¿Qué son los anillos de la muerte? Es una especie de canal horadado en el tallo principal del árbol, una especie de franja de corteza extraída del árbol para que la sabia y los otros nutrientes no alimenten a toda la estructura y de esa manera se vaya secando y muriendo lentamente. En algunos casos les introducen fierros grandes y de varias pulgadas en forma de clavos para dañarlos mucho más y asegurarse de que el árbol se seque y muera.
Esta práctica de un “ser humano estúpido” a un “ser vivo noble”, el mismo que no se puede mover, ni mucho menos defenderse, se la viene realizando desde hace muchísimos años en contra de varios árboles de nuestra ciudad. Si los árboles tendrían movilidad y pudieran defenderse por sí solos de la gente malvada, metafóricamente lo harían a “puño limpio” con sus frondosas ramas y follaje, ya que como no puedan moverse están expuestos al maltrato, al talado inhumano y, por último, a la muerte “lenta y segura” con el anillo de la muerte. Este acto constituye una barbaridad que en estos tiempos, donde el calentamiento global es una realidad y los árboles constituyen microclimas que nos protegen de los rayos solares, nos dan oxígeno y otras bondades más, incluso a futuro podrían mitigar el efecto devastador de este fenómeno, ya que se espera en los próximos años serios problemas para toda forma de vida en nuestro maltratado planeta.
Frente a esta barbarie en Cochabamba, hace un par años se ha formado un grupo de voluntarios conocido como “Sanadores de Árboles”, cuyo objetivo principal es defender, curar y hacer un monitoreo y seguimiento de cada árbol que ha sido curado. Una vez que se identifican los anillos de la muerte en algunos árboles de nuestra ciudad, se organizan, preparan los materiales como barro, pitas, telas, etc. y acuden con mucha voluntad y con el compromiso de evitar una muerte segura a dichos ejemplares.
En dicha labor voluntaria y apasionada, buscan aliados para sumarse a esta noble tarea, reflexionando a los dueños de casa o vecinos del lugar, para rescatar y sanar a todo árbol que ha sido intervenido con el “anillo de la muerte”.
GÁRGARAS DE SAL
FREDDY ZAMBRANA H.
Psicólogo