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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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¿Nacionalización de los trenes en Bolivia?

¿Nacionalización de los trenes en Bolivia?

Después del nefasto proceso de capitalización de las empresas más importantes de Bolivia en 1985 y, luego de casi 20 años de haber recuperado las mismas con la nacionalización de YPFB, ENTEL y otras, no encontramos explicación por qué no se procedió de igual manera con los ferrocarriles, más aún, cuando esta se encuentra administrada nada menos que por una empresa chilena que día a día desmantela todo el sistema ferroviario de las dos redes (andina y oriental). Nos preguntamos, ¿en Chile permitirían que sus empresas más estratégicas estén en manos de bolivianos? Esto solo ocurre en Bolivia.

Citamos a Eduardo Claure que señala: “la capitalización en 1995, la Red Andina, con una longitud de 2.274 km. entregado en plena operación a Cruz Blanca, dio paso a paralizar y abandonar el sistema en un 70%, a casi una década de esa fecha. El ramal Oruro-Cochabamba-Aiquile, por ejemplo, de 417 km., cerrado al servicio en junio de 1998; tenía ya destruido más o menos 60 km., sus instalaciones fijas en gran parte habían desaparecido. Esto se justificó por la falta de demanda y elevados costos de operación”. Esto mismo acontece con la Red Oriental. Este argumento cae en lo ridículo y absurdo, porque justo en el momento de la capitalización, se podían ver largas filas para poder viajar en los trenes, que eran más seguros y económicos que otros medios de transporte.

No se entiende cómo se sigue la lógica del interés chileno de desmantelar y destruir las redes ferroviarias de Bolivia, con fines, entre otros, de evitar la competencia en el corredor bioceánico, que afectaría a Chile, al permitir que Bolivia tenga acceso libre y directo al Pacífico y al Atlántico. Es una tragedia sin nombre recorrer las redes andina y oriental, y ver el estado en el que se encuentran; es muy triste y humillante, porque la capitalización hecha por Gonzalo Sánchez de Lozada de ENFE, se realizó con tan solo 17 millones de dólares a Cruz Blanca, siendo que todo el sistema, tenía un costo real de 138.623.418 millones. 

La importancia de los trenes en el mundo es cada vez mayor, pero, Bolivia va en sentido contrario. ¿Hay algo detrás de esta actitud? ¿Por qué el Estado no reacciona ante tamaña tragedia? El pueblo boliviano, sin duda, exige explicación a este comportamiento antinacional, esto más allá del contexto político partidario.

FORO

FRANZ GUSTAVO MORALES MÉNDEZ

Docente investigador UMSS

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