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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La buena fe laboral

La buena fe laboral

El principio de buena fe rige en todas las relaciones del Derecho en general y en el Derecho Laboral en especial. Es un principio básico, es así que la doctrina establece que los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe. De aquí que la buena fe es un estandar jurídico esencial, un comportamiento ético aceptado socialmente como tal. Sin la buena fe es imposible el ejercicio del Derecho para evitar que el mismo pueda ser nocivo. Por eso se dice que la buena fe limita el ejercicio del derecho.

Los tribunales del mundo tratan de ceñirse a los contenidos de la buena fe para interpretar y resolver todos los conflictos, es así que la buena fe también genera límites de todo comportamiento con relevancia jurídica, tanto de los sujetos de la relación laboral. Es así que la buena fe, como principio esencial en materia laboral, genera las reglas no solo legales sino morales y obliga a un comportamiento humano objetivamente justo, leal, honrado y lógico, especialmente en la generación de las relaciones obrero patronal libremente consentido.

Es así que, nuestra norma fundamental del trabajo, es decir la Ley General del Trabajo, también hace mención a este principio de buena fe. Su artículo sexto, referido a los contratos, señala que estos pueden celebrase de manera verbal, ese contenido abarca un alto consentimiento embestido de honestidad y buena fe, a tal punto que el trabajador ha de adecuar su conducta a los parámetros que impone la buena fe contractual y el empleador a utilizar sus facultades en su máxima expresión como el exigir idoneidad, lealtad y cumplimiento del pacto verbal. Debiendo tomarse en cuenta que la transgresión de la buena fe contractual genera la ruptura laboral, que muchas veces culmina con la desvinculación del trabajador.

Por esta razón, podemos decir que la falta de buena fe provoca un desequilibrio en la relación contractual, invocando el derecho del trabajo a principios adicionales y protectivos a favor del trabajador, como es, por ejemplo, el principio de la inversión de la prueba, donde la buena fe a favor del trabajador facilita considerar su palabra como suficiente para reclamar sus derechos, imponiendo la carga de la prueba al empleador para desvirtuar la palabra del trabajador, si hubiera abuso del derecho en el marco de la buena fe.

LEGISLACIÓN LABORAL

Frank I. Taquichiri Y.

Docente universitario postgrado

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