Día del trabajador
La conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores se desarrolla en medio de la pandemia que nos deja vulnerables frente a las condiciones laborales. El primero de mayo es considerada como una jornada de homenaje a los Mártires de Chicago, se constituyó así en el Congreso Obrero Socialista de1889 en Paris, como protesta por el ajusticiamiento de los dirigentes fabriles de Chicago.
La historia da cuenta que a fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad más importante del Norte, a la que llegaban por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Una de las reivindicaciones de los trabajadores era la jornada máxima de ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa. La ley prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas mayores a 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
Por los constantes movimientos de los trabajadores, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las ocho horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de trabajo eran precarias y la situación en la que vivían seguían siendo insoportables.
La legislación boliviana, el 8 de diciembre de 1942, incorpora la jornada efectiva de trabajo de no más de ocho horas de trabajo, normado en el artículo 46 de la Ley General del Trabajo.
La historia boliviana no es ajena a la lucha por la jornada laboral, precisamente los mineros de Catavi y Siglo XX se movilizan para hacer cumplir la norma promulgada el mismo año, quienes son masacrados el 21 de diciembre de 1942, en las pampas de María Barzola. Esta masacre escribió en la historia a la jornada laboral como la institución madre del derecho laboral boliviano. Es la jornada laboral de donde devienen todos los demás derechos constituidos, adquiridos, irrenunciables y consolidados, por la que los trabajadores hasta hoy siguen luchando.
LEGISLACIÓN LABORAL
FRANK TAQUICHIRI
Docente universitario de Postgrado