Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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El laberinto del líder II

El laberinto del líder II

Hace unos días me manifestaba sobre el afán de Evo para defender la tesis de que en Bolivia hubo un golpe de Estado para alejarlo del gobierno, agenda que permitía victimizar al líder, cuestionar el discurso internacional y alejar toda sospecha del fraude electoral. El libreto no ha cambiado y paradoja, hasta intentos de procesos judiciales se han iniciado a quienes en su momento fueron los defensores de la democracia.

Algo sí ha cambiado y como contrasentido hace unos días Eva Copa, expresidenta del Senado, sostenía en una radio de alcance nacional, con matices más o menos, que en Bolivia hubo una sucesión constitucional, desvirtuando de plano lo sostenido por el líder del partido, cimbrando la estructura partidaria y de alguna manera poniéndose al frente del mandamás masista. Nuestro vicepresidente Choquehuanca, el pasado miércoles Día contra la Corrupción, entre varias frases sostuvo: “Quienes debieron habernos dado ejemplo de vida, las élites que dominaron en nuestra historia, nunca lo hicieron. Por eso nos propusimos, desde los pueblos indígenas, hacer política, crear otra política, y aunque hayamos descubierto que mientras más se sube, más podrido está todo, aun así persistimos en cambiar el mundo, por eso optamos por construir, como pueblo, un proceso de cambio”, rematando con: “La primera corrupción del político es cuando olvida y da la espalda a su propio pueblo, cuando desconoce a quienes le dan su confianza. Entonces podemos estar seguros que ya se ha corrompido y solo le interesará quedarse en el poder a toda costa, y pactará con quienes no debe, traicionando a su propio pueblo. La corrupción no solo es económica, es también moral y sobre todo política. Cuando el dinero vale más que tus propios principios, entonces no tienes valor, solo precio. Cuando por tener valor olvidas tu vocación de servir, entonces ya no sirves”. Académicamente coherente, civilmente sólido y políticamente destructor, especialmente al interior del MAS. 

Mucho se habló del confinamiento político interno, que en el último tercio del gobierno de Evo habría sufrido el Vice por hacer “sombra” al líder y tal parece que ha llegado el tiempo del cobro de facturas por aquello. La demanda de alternancia significó el exilio para el atrevido y el soplo de otros vientos nunca fue considerado. Fuerte duro y preciso para cuestionar el prorroguismo que ignoró la Constitución, un referéndum y la alternancia como contrapeso de la democracia. Es de esperar que lo manifestado no sea la aplicación de una vendetta y que la vivencia del mensaje se haga parte del propio gobierno, la administración pública, los representantes oficialistas y de las bases masistas. 

Si no les enseñaron ni les dieron ejemplo de vida, es tiempo de tomar la posta y enseñar sin someter, sin irrespetar y construir entre todos. Solo así será creíble un proceso de cambio, lo contrario volverá a ser politiquería. ¿Será el tiempo de la vanguardia moral del gobierno? Que bien le vendría al país.

La nueva administración tiene frentes que atender y nada fáciles como para sumar uno más desde lo interno y precisamente desde la jefatura del partido. Hubo el tiempo en que el país demandaba el cambio, no estaba de acuerdo con la re reelección, deseaba elecciones sin Evo y ahora que tenemos otros mandatarios, el líder parece ser el incómodo invitado que desean se marche pronto de la fiesta, porque perturba y porque en lo de “meterle nomas” no sabe cómo comportarse. Si la lección sirve, será para moros y cristianos, mientras tanto el país espera por conocer la evolución de la economía en Bolivia con especial referencia a la actividad económica, el sector exterior, el sector público, la política fiscal, la política monetaria, inflación y tipo de cambio, entre otros. No tuvimos una sola señal aparte de la solicitud de la condonación de la deuda.  

TIBURÓN

FERNANDO BERRÍOS

Politólogo

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