Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Evo, el imperio contraataca

Evo, el imperio contraataca

La formación ideológica de las juventudes del MAS se orienta hacia la confrontación, “soldados” autoritarios. El año pasado, Evo decía que “no va a haber reconciliación con fascistas y racistas, salvo que entendieran que nuestra ideología y nuestro programa está bien para Bolivia”. Y en un Congreso Sindical de Mujeres repitió: “No puedo entender que algún hermano y hermana esté hablando contra Evo, hermano David (Choquehuanca), no va a haber reconciliación. Aquí hay que derrocar al imperio y a sus lacayos, que es la derecha boliviana que nos quiere dividir so pretexto de renovación”. El Vicepresidente le respondía: “Tenemos que fortalecer, necesitamos de miles de líderes, sobre todo los jóvenes, cualquiera de nosotros puede ser el que conduzca próximamente (el partido), tenemos que anteponer a los intereses personales”. Fue una terminante postura por un sistema de democracia directa. Se jodió el matrimonio, se inició la campaña electoral de Evo, era hora de demostrar quién manda en el partido. Evo nunca quiso dejar el poder; sin enemigos directos, encontró trabajo a tiempo completo siendo obstáculo en la gestión de Luis Arce. Son más recurrentes las batallas domésticas, y a los ministros mimados de Lucho, Evo los quiere fuera de casa.

Una arremetida militar en el Chapare en los 90 empuja a los productores de coca hacia el accionar político, las federaciones cocaleras enfrentan la necesidad de un brazo político además del sindical. Generalmente al hablar del Chapare, solo se habla de coca y de seis federaciones manejadas por Evo. El nacimiento del MAS se debe a la ruptura del equilibrio moral producto de más de una década de neoliberalismo, a la crisis minera producida por el 21060, a la arremetida de la embajada estadounidense en la erradicación de coca, la pérdida de capacidad articulatoria del MNR y a la implementación de la Ley de Participación Popular. 

La producción de coca en el Chapare produce el abandono de las tradicionales zonas productoras de Cochabamba: Vandiola y Totora. El costo de producción es barato, el terreno llano no requiere de la construcción de costosas terrazas, los cocales del Chapare llegan a cuatro cosechas al año en lugar de tres; el rendimiento por hectárea es notablemente superior, una planta es de mayor tamaño que la de los Yungas. Pero el factor que contribuye al auge de la producción de coca en el Chapare, es el aumento en la demanda de cocaína, se ha descubierto que la hoja del Chapare tiene un contenido mayor de dicho alcaloide, el 90% de la hoja de coca del Chapare no tiene destino, es ilícito. La hoja del Chapare no sirve para el acullico. 

Esta semana, la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico Cochabambino ha solicitado informe al Jefe de Estado, hay que rendir cuentas a los cocaleros. Arce debe explicar la comparecencia de su ministro ante el Legislativo y sobre los avances en economía, salud y educación. 

“Todas las observaciones tienen que buscar una forma de enmendar, para eso es la política. El Presidente con el informe que va a dar, si es que satisface, ya no es necesidad de observar y sugerir, pero si el informe no satisface, tenemos la necesidad de hacer sugerencias y poder dar las salidas para solucionar”, dijeron los cocaleros. “Nosotros tenemos mucha autoridad para pedir reivindicaciones y atención a las demandas que tienen, como señalan los compañeros de las Seis Federaciones, porque en el trópico de Cochabamba, el 97% votó por Lucho Presidente y David Vicepresidente”, argumentó Evo.

Supongo que luego les toca a los representantes de los autos chutos, al sector informal de comerciantes, los contrabandistas, los bloqueadores de K’ara K’ara, los que quemaron los Puma Katari, etc., etc. No permitiré que ningún avión ni helicóptero pase sobre mi casa, es amedrentamiento.

TIBURÓN

FERNANDO BERRÍOS

Politólogo

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