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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Vocales del TSE ante un gran reto

Vocales del TSE ante un gran reto

Los recién designados vocales electorales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tienen entre sus manos dos importantes tareas: administrar los comicios generales de 2020, en el menor tiempo posible, y recuperar la credibilidad del Órgano Electoral, después de la denuncia de irregularidades que se cometieron en los comicios del 20 de octubre pasado.

La madrugada de ayer, la Asamblea Legislativa Plurinacional eligió a los seis vocales titulares y a los seis suplentes después de que el Movimiento Al Socialismo, Unidad Demócrata y el Partido Demócrata Cristiano alcanzaran consenso y votaran.

La primera tarea de los nuevos vocales es la de elaborar el cronograma electoral, con fechas prudentes, y, lo más importante, fiscalizar todo el proceso electoral para que no se cometan irregularidades.

El día de las elecciones, fecha que será anunciada posiblemente el próximo 2 de enero, el Tribunal Supremo Electoral debe ser un celoso guardián para que este proceso vaya sobre ruedas, de modo que no exista un ápice de duda y que los votos de los electores que acudan a las urnas sean respetados en su integridad.

Los vocales que dirigirán el Tribunal Supremo Electoral son Óscar Hassenteufel, Francisco Vargas Camacho, María Angélica Ruiz Vaca Diez, Rosario Baptista Canedo, Nancy Gutiérrez Salas y Daniel Atahuichi Quispe. Los suplentes son Carlos Gómez Rojas, Pablo Zuleta Sánchez, Edwin Armata Balcazar, Noemí Uriarte, Yajaira San Martín y Nelly Arista Quispe.

La Asamblea Legislativa Plurinacional eligió la madrugada de este jueves, mediante votación nominal, a los vocales titulares y suplentes, que trabajarán junto con el delegado designado por el Gobierno de Jeanine Áñez, Salvador Romero.

Las diputadas Lourdes Millares y Fernanda San Martín, ambas de Unidad Nacional, denunciaron que no se eligió a los postulantes mejor calificados, sino que la mayor parte de los seleccionados son producto de un pacto.

El trabajo de estos hombres y mujeres estará bajo la lupa de los electores y de las instituciones que tienen que ver con el proceso electoral.

Recuperar la credibilidad del Tribunal Supremo Electoral será un reto para los vocales que tendrán que trabajar arduamente, como un órgano imparcial y sin tomar en cuenta los colores políticos.

Los vocales deberán hacer cumplir el cronograma electoral que vayan a elaborar.

Con un árbitro imparcial, la justa electoral será confiable y, de llegarse a buen término, ninguna organización política tendrá motivo para quejarse.

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