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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Vocales estarán bajo la lupa

Vocales estarán bajo la lupa

Hasta el 18 de diciembre próximo se deberá designar a los vocales que conformarán el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que tienen que ser personas probas e idóneas, según los pedidos que han menudeado en los últimos días.

El reglamento para la convocatoria y elección, aprobado en la Asamblea Legislativa Plurinacional, establece 13 requisitos “imprescindibles” para los postulantes. Es más, se pide a quienes no cumplen alguno abstenerse de presentarse.

Después de los luctuosos hechos, acaecidos en el país, tras las elecciones generales del 20 de octubre, a causa de las denuncias de fraude electoral, el TSE necesita tener a los hombres y mujeres mejor calificados.

Tarea

Los vocales de este nuevo Tribunal tendrán sobre sus espaldas una titánica tarea, hacer un trabajo transparente y recuperar la confianza de los electores.

La Asamblea Legislativa Plurinacional abrió este jueves los libros para la inscripción de postulantes a vocales para el TSE, reiterando que se requieren personas probas.

Los postulantes deberán contar con 30 años, no tener procesos penales ni por violencia, contar con título en provisión nacional y experiencia laboral mínima de cinco años, sin importar el área de su profesión.

Otro requisito es no tener militancia política 10 años antes de su postulación y no haber ocupado cargos de alto rango en el Estado.

Que los vocales sean probos es fundamental, porque así se evitará que alguno de ellos intente favorecer a una determinada organización política o su trabajo esté condicionado por presiones de políticos.

El vocal designado por la presidenta Jeanine Áñez, Salvador Romero, afirmó que junto con los otros vocales del Tribunal Supremo Electoral, una vez que sean designados, tendrán el reto de conformar un Órgano Electoral imparcial, independiente y autónomo.

Los vocales de este nuevo Tribunal tendrán sobre sus espaldas una titánica tarea, porque no solo deben hacer un trabajo transparente, sino, principalmente, recuperar la confianza de los electores, muchos de los cuales consideran que su voto fue manipulado el pasado 20 de octubre.

Para que no vuelvan a ocurrir irregularidades en el proceso electoral, y menos en el recuento de votos, los vocales tendrán que estar bajo el escrutinio de una instancia fiscalizadora, sin que eso signifique presión para manipular la decisión de la población.

La dura lección que aprendimos después de las elecciones del 20 de octubre, deberá ser un recordatorio para no volver a tropezar con la misma piedra.