Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Violaciones

Violaciones

El lunes, en Sucre, una adolescente de 15 años fue violada por tres jóvenes de 18  y 19 años. Eso demuestra que las agresiones sexuales no paran en el país.El último reporte que dio a conocer la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) da cuenta que en Bolivia cada cuatro horas una niña, niño, adolescente y mujer es violado.

En los dos primeros meses del año, se denunciaron 361 casos, en enero fueron 239 y en febrero, 122. Del total de las víctimas, 213 fueron mujeres adultas y 148, niños, niñas y adolescentes.

Santa Cruz fue el departamento con más casos, sumó 156; seguido por La Paz con 93, Tarija con 42,  Potosí con 36, Cochabamba con 15, Beni con 12, Oruro con 10, Chuquisaca con 9 y Pando con 4.

En los tres primeros días de marzo, la FELCV registró 13 denuncias de violaciones contra mujeres y tres que involucraron a menores de edad.

Otro dato que llama la atención del informe de la fuerza antiviolencia son las  296 denuncias por abuso sexual y los 140 casos por estupro (delito que consiste en tener una relación sexual con una persona menor de edad, valiéndose del engaño o de la superioridad que se tiene sobre ella) que se reportaron en lo que va del año.

Santa Cruz lidera los casos y Cochabamba ocupa el quinto lugar. Sin embargo, más allá de las cifras, lo que preocupa es que Tarija y Potosí, dos departamentos con menos habitantes que la Llajta, están en el tercer y cuarto lugar con 42 y 36 denuncias respectivamente.

¿Qué está pasando en Bolivia? Lamentablemente, la presente gestión comenzó con  cifras por demás preocupantes, pero no tan distintas a las de 2019 cuando se registraron 6.291 casos tipificados como delitos sexuales: abusos sexuales, actos sexuales abusivos, estupro, violación de infante, niño, niña o adolescente, violación en estado de inconsciencia, según informes del Ministerio Público.

En esa larga lista también están las violaciones grupales. Cómo olvidar el caso registrado el año pasado en Oruro, donde una menor fue atacada brutalmente y perdió la vida.

La violencia sexual contra niños, adolescentes y mujeres debe parar. Bolivia tiene leyes destinadas a proteger a esas poblaciones vulnerables y sancionar a los culpables. Es momento de dejar de politizar el tema, de hacer promesas en las campañas electorales, y dar paso a la aprobación de políticas de Estado que involucren a las autoridades nacionales, departamentales, municipales y a la sociedad en su conjunto.