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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Tunari: urge control permanente y verdadero

Tunari: urge control permanente y verdadero

Los cálculos más optimistas apuntan que los incendios del fin de semana quemaron al menos 650 hectáreas de terreno, entre pastizales, eucaliptos y pinos, especies que son el hogar para animales que habitan esta reserva natural, algunas endémicas de la zona.

Este es, literalmente, un desastre para el medioambiente, porque se destruye el único pulmón que tiene la región y se afecta en forma irreversible los reservorios de agua desde donde se abastece de este líquido a la población de todo el eje metropolitano.

Un reclamo que se escuchó en forma unánime el domingo, cuando se produjeron los más voraces incendios, es la falta de control en el Tunari, lo que “facilita” la acción depredadora de delincuentes que buscan lotear esta reserva.

Un día después de los incendios, la Gobernación informó que militares realizarán patrullajes en el Parque y sobrevuelos permanentes con el objeto de identificar a personas que estuvieran ocasionando incendios en forma premeditada, “para que sean detenidas y puestas a disposición de la Policía”, afirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

Sin embargo, en esta oportunidad en particular hay que tomar las palabras de las autoridades con mucha cautela, porque estos mismos compromisos se asumieron en más de una oportunidad y no se cumplieron. O solo se implementaron los planes durante algunos días y después todo quedó en el olvido. Justificativos no faltaron, desde la falta de personal y de recursos para alimentar a los soldados, entre otros argumentos.

El gobernador Humberto Sánchez dijo que se definió que un campamento funcione las 24 horas del día. Los patrullajes con militares se iniciaron ayer.

Aquí cabe hacer otra precisión. El trabajo de las Fuerzas Armadas debe ser no solo en un campamento que vigile el punto, o puntos, de ingreso al Parque Tunari, sino también en los sectores donde existe mayor posibilidad de que se inicien incendios premeditados, lugares susceptibles a ser loteados y en los bosques de la reserva natural.

Solo así, con patrullajes preventivos continuos y deteniendo a quienes prenden fuego se podrá disminuir y, en su caso, acabar con los incendios que destruyen la reserva natural más importante del departamento.

Ojalá que el control militar sea esta vez sostenible, para lo cual se debe equipar de manera adecuada a los soldados en cuyas manos está la vigilancia de las más de 300 mil hectáreas de extensión. Además, se debe pensar en su alimentación.

Es, y eso está claro, humanamente imposible vigilar todo el territorio del Parque Tunari, pero es posible cuidar las partes más vulnerables, y con el apoyo de drones cubrir la mayor extensión de superficie.

Pero es aún más importante detener y desarticular las organizaciones criminales que están tras los incendios, porque solo así se podrá dar tregua a este frágil ecosistema que es el Parque Tunari, que no podrá soportar un incendio más. La justicia tendrá que actuar con todo el peso de la ley.