La sequía, que se repite cada año especialmente en el Cono Sur de Cochabamba, afecta a miles de familias y el ganado no tiene una sola gota de agua para tomar. Si la situación sigue así, lo inevitable es que en los próximos días mueran más vacas y otros animales por falta de líquido.

Y como sucede casi todos los años, varios municipios declararon emergencia a raíz de la “sequía extrema” que azota a Omereque, Totora, Pasorapa, Mizque, Aiquile y Pojo, lo que implica que deberán destinarse recursos económicos y personal para tratar de revertir esta situación calamitosa que ya vive esta región.

Un informe del diputado Héctor Arce ratifica que los atajados y los ríos están casi secos y el ganado llega a rastras hasta esos puntos para consumir las últimas gotas de agua.

Así está de dramática la situación del Cono Sur, que se repite en al menos 42 municipios de seis departamentos en el país, donde no solo se ha perdido cabezas de ganado, sino también al menos 1.000 hectáreas de cultivos.

Y si la sequía es recurrente en el país, ¿es posible asumir medidas preventivas antes de que este fenómeno climático golpee al Cono Sur y otras regiones del país?

Lo más probable es que sí, con planificación e inversión de recursos económicos y el uso de tecnología se puede revertir esta situación que llega inevitablemente cada año.

Si los atajados que se construyen en los diferentes municipios afectados por la sequía ya no son suficientes para aliviar este problema, habrá que construir represas para almacenar agua en temporada de lluvia.

Solo como ejemplo, se debe recordar que Israel, un país que tiene apenas el 39% de la extensión de Cochabamba, ha logrado convertir el desierto en espacios de cultivo donde se siembra y cosecha maíz, algodón, mandarina, jojoba y flores, por mencionar algunos productos.

El secreto de la producción agrícola en Israel es la irrigación por goteo y el aprovechamiento hasta la última gota de agua, tratando adecuadamente las aguas residuales que son utilizadas para diversos usos. Israel no solo asegura la alimentación de su población, sino que exporta miles de toneladas de productos agrícolas.

Cochabamba no está en medio de un desierto, por lo que la solución al problema de la sequía debería ser más sencilla, pero para eso se requiere trabajo, planificación, proyectos y la intervención de profesionales en el área, además de recursos económicos suficientes, porque las consecuencias de la sequía son costosas.

Está en manos de las autoridades dejar atrás el eterno problema de la sequía en el Cono Sur y otras regiones del país, pero para eso se debe trabajar, anticipadamente y no esperar que el agua se evapore y el ganado muera, para después tener que pedir de rodillas por lluvias.