El accidente de tránsito acaecido en la intersección de las avenidas Tadeo Haenke y Beijing, con el saldo de una persona fallecida, es una nueva alerta de que la ciudad no ha sido adecuadamente planificada, por lo que requiere con urgencia de una reestructuración.

En muchos puntos de la ciudad los peatones no pueden cruzar con seguridad de una acera a otra, debido a que los vehículos vienen en diferentes sentidos, por lo que la persona debe correr para evitar ser atropellado.

De manera urgente, la Alcaldía debe realizar los trabajos correspondientes, después de realizar un estudio, para evitar que los peatones se expongan a perder la vida. O, por lo menos, se tendría que mejorar la señalización horizontal y vertical.

Otra obra mal planificada es la implementación de las denominadas ciclorrutas en el centro de la ciudad. En varias calles se han improvisado vías “exclusivas” para los ciclistas, pero lo único que se ha hecho es quitar espacio a calles que de por sí eran ya bastante angostas, además de que se eleva el riesgo para la integridad física de quienes circulan en bicicletas, porque deben sortear vehículos cuyos conductores no siempre respetan las normas de tránsito.

Si se trata de implementar ciclorrutas, previamente se debe realizar un estudio de factibilidad para verificar si el Casco Viejo, así como está actualmente, no es funcional para la circulación de bicicletas.

Si la respuesta es negativa, entonces se tendrá que elaborar un estudio macro para reestructurar la ciudad, tomando en cuenta a los ciclistas, a las personas con discapacidad, las áreas verdes y los nuevos servicios básicos.

Otro tema que se debe resolver es justamente el de servicios básicos. Es urgente hacer desaparecer toda la maraña de cables que se constituyen en un riesgo para la seguridad de las personas, amén de la mala imagen que representa para una urbe.

Asimismo, se tendrá que, de una vez por todas, ordenar los mercados, evitando los desdobles que perjudican a la circulación de vehículos y peatones, además de retirar los letreros que se colocan en medio de la calle que son obstáculos riesgosos para los peatones.

Una solución es construir mercados descentralizados, pero que debe ir de la mano de una campaña para convencer a la gente que puede acudir a estos centros para abastecerse, sin necesidad de llegar hasta la zona de la Cancha. Si los precios son similares a los que se ofertan en el centro, la gente no tendrá argumentos para seguir congestionando las zonas más neurálgicas de la urbe.

Otro tema de suma importancia es recuperar las áreas verdes en el centro de la ciudad, porque no se puede solo seguir construyendo edificios sin tomar en cuenta espacios con árboles.

Esos son algunos de los retos que deben asumir de forma urgente las autoridades, para que la ciudad no siga funcionando en medio del caos.