El gobierno boliviano informó el pasado fin de semana que logró, gracias a una “renegociación” del contrato de venta de gas con su par de Brasil, ingresos adicionales de 200 millones de dólares, lo que permite una proyección de más de 1.000 millones hasta 2025, año del bicentenario de la patria.

La información proporcionada por el presidente Luis Arce Catacora, a propósito del Día de la Patria, es una buena noticia para el país, por el incremento sustancial en el monto de las divisas, lo que implica que el Gobierno podrá disponer de más recursos económicos para llevar adelante proyectos que son tan necesarios con el fin de mejorar la calidad de vida de la población en general.

De una buena administración de este dinero depende el desarrollo del país, porque no se debe olvidar que se trata de recursos naturales finitos, que tras años de explotación se agotarán en algún momento, por lo que es crucial que se inviertan los mismos con mucha sensatez y honradez, desterrando definitivamente la corrupción.

Bolivia debe aprovechar que por el momento todavía hay interés por la compra de gas natural, minerales y litio, entre otros, y utilizar el dinero que recibe para fortalecer su economía, pero no solo con la venta de recursos naturales, sino también con el despacho de la misma materia prima, pero industrializada, doblando o triplicando el monto de los ingresos.

Los otros proyectos que deben terminar de concretarse son los de la industrialización del litio para su exportación y la venta de electricidad a los países vecinos, aprovechando que hay una elevada demanda de energías alternativas.

Si el gobierno industrializa los recursos naturales y concreta la exportación de los mismos a precios convenientes, la consecuencia lógica es que el país podrá blindar su economía y logrará recuperar el nivel de sus reservas internacionales, lo que implica una economía fortalecida.

Información hecha pública por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) en noviembre de 2021 daba cuenta de que una vez finalizado un proyecto de tendido eléctrico, para finales de 2022 se podrá empezar a exportar energía eléctrica hacia Argentina, empezando con 120 megavatios.

Según ENDE, Bolivia tendrá un excedente de al menos 1.350 megavatios para la industrialización y exportación, por lo que este rubro tiene futuro como negocio para generar ingresos en forma permanente.

El país debe apuntar a fortalecer la exportación de recursos naturales que son, de cierta forma, renovables, porque la energía eléctrica puede ser generada con proyectos sustentables, por lo que se puede sostener en el largo plazo con buenos resultados para el país y los bolivianos.