Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:31

La política contamina la salud

La política contamina la salud

El incremento descontrolado de casos de dengue, especialmente en Santa Cruz, pone en evidencia dos problemas recurrentes en el país; el primero, que el sistema de salud no está preparado para afrontar una epidemia, y el segundo, que los políticos aprovechan incluso este tema tan sensible para hacer campaña.

En el ámbito estrictamente de salud, se informó desde Santa Cruz que, ante el aumento considerable de enfermos con dengue, muchos pacientes fueron atendidos en los pasillos, sobre sillas o bancas de madera.

La saturación en los centros de salud y hospitales en la capital cruceña llegó a tal extremo que las familias de muchos pacientes prefirieron llevarlos a hospitales de Cochabamba con el fin de asegurarse un espacio para su atención.

El incremento considerable de casos de dengue muestra una vez más que no hay el número suficiente de centros de salud u hospitales, o por lo menos no están adecuadamente equipados para atender a todos los pacientes cuando se presenta una emergencia sanitaria.

Asimismo, el número de médicos o enfermeras es insuficiente, por lo que muchos de los pacientes deben esperar horas o días antes de ser atendidos, deben viajar a otras ciudades o, en último caso, tratarse con remedios caseros en sus hogares. Esta última opción debe ser descartada, porque pone en riesgo la vida de los enfermos.

Las autoridades de salud han reiterado en los últimos días que, ante los primeros síntomas, como fiebre, las personas deben acudir o ser llevadas a un hospital para recibir el tratamiento oportuno para combatir esta epidemia.

Pero, ¿qué sucede si el paciente debe peregrinar de un centro de salud a otro sin recibir atención médica porque no hay espacio o no hay personal de salud disponible?

Por eso es importante que las autoridades de salud trabajen durante todo el año en la implementación de centros de salud, en su equipamiento y en la contratación de personal capacitado para encarar un eventual incremento desmedido de casos de una determinada enfermedad.

Y para colmo, algunos malos políticos aprovechan incluso un tema tan sensible como el de la salud con el fin de conseguir réditos.

Cuando una epidemia se descontrola, el avieso político se ocupa de culpar a su oponente por la crisis sanitaria, en vez de trabajar en equipo para solucionar la emergencia.

Para no lamentar las consecuencias de esta y otras pandemias, como sucedió también con el coronavirus, es importante trabajar en las tareas de prevención, con anticipación. 

Es menester destruir los criaderos de mosquitos, preparar los centros de salud y trabajar en campañas periódicas para que las familias, especialmente de sectores vulnerables, estén preparadas para enfrentar esta pandemia.

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