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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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La polarización, un riesgo para el país

La polarización, un riesgo para el país

Si los grupos enfrentados en el país continúan con sus diatribas de odio, con el único fin de atacar al que piensa diferente e imponer su ideología, será difícil lograr la reconciliación que es una de las palabras más utilizadas en el ámbito político, pero que, a la hora de poner en práctica, se la olvida tan fácilmente como se la pronuncia. 

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que elaboró un informe sobre los hechos de violencia ocurridos en 2019, advirtió que esta situación puede repetirse en el país si la justicia y la reparación no llegan a todos por igual y se encara ese proceso de manera colectiva, según cita el diario Correo del Sur.

Lo peor que puede suceder en el país, que trata de enmendar lo que ocurrió en 2019, es que se sigan alzando voces de intolerancia, de odio, de prejuicios, de racismo, porque de esa manera solo se logrará profundizar más las heridas que se causaron hace casi dos años, en vez de permitir que las mismas se cicatricen.

Lograr la reconciliación no significa dejar de investigar hasta dilucidar quiénes son los que participaron en la violación de los derechos humanos de cientos de personas, sino que implica que la justicia, en forma imparcial, realice su labor, sin tomar en cuenta los colores políticos de los señalados como posibles responsables.

Un nuevo acto de intolerancia se vivió en Potosí, cuando dos expertos del GIEI que exponían las conclusiones del informe sobre los hechos de 2019 fueron interrumpidos por palabras altisonantes de dos grupos que se acusaban mutuamente de ser los responsables de la violación a los derechos humanos en esa fecha.

Para prevenir más hechos de violencia, no queda otra alternativa más que trabajar realmente en la reconciliación, un proceso en el que tienen que estar necesariamente involucradas todas las partes enfrentadas, porque solo de esa manera se podrá curar las heridas que se hayan podido ocasionar en 2019, y en otras fechas en las que se impuso la intolerancia y el odio entre hermanos.

Lo que se debe reiterar es que este informe realizado por el GIEI debe ser “utilizado” sin apasionamientos, en su integridad, sin tomar en cuenta solo una parte que conviene a determinado grupo, porque así se distorsiona un trabajo que tomó varios meses de entrevistas e investigación en el país.

Sería un acto execrable si determinado grupo utilizara este informe en forma parcializada solamente para obtener réditos políticos, sembrando más odio entre los bolivianos, como lamentablemente sigue sucediendo en la actualidad. Hay políticos que salen a la palestra para provocar más odio con sus arengas fuera de lugar.

Lo más sano será promover un diálogo sincero, que permita a los bolivianos a no cometer más errores que abran heridas que luego son difíciles de cerrar.