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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Ni la emergencia nos salva de los políticos

Ni la emergencia nos salva de los políticos

La Cámara de Senadores sancionó la Ley Excepcional de Diferimiento de Pagos de Créditos y Reducción Temporal de Pago de Servicios Básicos y la Ley para la Prevención, Contención y Tratamiento de la Infección por el Coronavirus, el viernes. Ambos proyectos aprobados fueron enviados a la presidenta transitoria Jeanine Áñez, para que los promulgue. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, el anuncio fue acompañado de una advertencia: si Áñez no promulga,  la presidenta de la Cámara Alta (del MÁS), Evo Copa, será quien lo haga.

La primera norma es una especie de perdonazo para las personas que tienen préstamos e instruye a la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) que elabore disposiciones para que los bancos dispongan de un diferimiento de seis meses, después del levantamiento de la cuarentena, para el pago de crédito y capital de los créditos. También prohíbe el cobro de multas sobre los intereses de mora derivados del no pago de los préstamos.

En relación a los servicios básicos, el proyecto de ley dispone que todas las empresas públicas y privadas, además de las cooperativas, deben seguir prestando servicios mientras dure la cuarentena dictada por el Gobierno y las facturas también deben ser diferidas. Asimismo, reduce el pago mensual de los servicios de agua, luz, gas al 50%.

Estas normativas difieren de alguna manera de los decretos que fueron aprobados por la Presidenta, el 18 de marzo, cuando instruyó a la banca postergar el pago de cuotas hasta junio. También hay sustanciales cambios en relación al pago de luz, que será asumido al 100%, si el consumo es de 120 bolivianos, y el 50% del consumo del agua.

Lamentablemente estas posiciones muestran, una vez más, el distanciamiento político entre el Ejecutivo y el Legislativo en plena emergencia sanitaria. No es desconocido que ambos responden a tendencias ideológicas muy diferentes, pero en un momento como este no hay lugar para ello, sino para salvar la vida de los bolivianos. La primera víctima fatal por coronavirus que ayer se registró en Bolivia, debe hacer reflexionar a todos y darse cuenta que no estamos para mezquindades ni juegos políticos.

Los políticos de todos los partidos han manifestado, hasta el cansancio, que la lucha contra el COVID – 19 no tiene color ni ideología, pero, todo indica que eso solo queda en el discurso, ya que en la práctica se ve que cada organización quiere hacer uso de su “poder” para imponerse.

Sería conveniente que, por lo menos ahora y ante la emergencia que vive el país, trabajen de forma coordinada y responsable. Todas las medidas deben ser concertadas y pensando en el presente y futuro de los bolivianos.